El grupo de vecinos denominados "Bolsón de pie" nos convocamos una vez por semana para solucionar nuestro problema de tierra y construir nuestras viviendas con un proyecto de planeamiento habitacional (vivienda unifamiliar); la cual no queremos bajo ningún concepto que se nos regale, sino que cada uno se compromete a pagarla.
No hay conformidad grupal alguna de realizar ocupaciones, ya que por falta de cumplimiento de nuestros gobernantes hoy tenemos varias tomas en El Bolsón, con chicos procesados y todos ellos nacidos y criados aquí...
Solicitamos una respuesta favorable a nuestra necesidad y el apoyo de la comunidad de El Bolsón, ya que sabemos que hay muchas familias que están en nuestra misma condición.
Al doctor Héctor Luis Manchini, juez de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Zapala.
Estimado señor: me dirijo a usted en el marco del debido respeto para aportar un punto de vista ciudadano a su carta de lectores del 04/11/07 y cuyo título es "Los Magistrados deben estar libres de cualquier influencia o presión".
Considero que el título podría haber sido: "Los Magistirados no deben permitir la influencia o presión por parte de agencia política alguna ni siquiera de los medios de comunicación". No en vano usted menciona los que a mi juicio configuran privilegios constitucionales que supuestamente fueron instituidos para ejercer vuestra función libre de presiones.
En una relación clientelar asimétrica, por ejemplo entre subsidiados y sistema político, es comprensible que la parte débil acepte las dádivas de la parte fuerte y quede cautiva en lo que ordinariamente llamamos aparato.
Pero, digamos, no es el caso de las relaciones entre las agencias judicial y ejecutiva. En un marco de coordinación y "balances y contrapesos" hay, según mi entender, quien estimula la cooptación y quien manifiesta la voluntad de dejarse cooptar. La realidad no es blanca o negra, de malos o buenos. El Poder Judicial, el menos republicano de todos los poderes al decir de Roberto Gargarella, está pretendiendo aparecer ante la sociedad civil como víctima de presiones. Si un solo hombre pudo presionar tanto, es el Poder Judicial el que debe hacerse una autocrítica. Un solo hombre contra un poder colegiado que goza de autarquía. La cual, dicho sea de paso, no garantiza que la administración de justicia llegue a los administrados. Más bien el poder reproduce al propio poder y en el ejercicio del poder las facturas suelen cobrarse caras, a veces desproporcionadas al favor inicial.
Como ciudadana de "a pie" como nos llama el "establishment" hago oportuna una expresión de deseos: que la administración de justicia llegue a los administrados y que la soberbia sea reemplazada por el sentido de justicia.
Buenas tardes, les escribo para comentarles algo que me sucedió el viernes 9 de noviembre pasado cuando quise concurrir con una de mis hijas (menor de edad) a ver el show que Fernando Peña brindaba en uno de los salones del casino de Neuquén.
Al ingresar al lugar me pararon y me preguntaron si la señorita que venía conmigo era menor, les contesté que sí, que era mi hija y veníamos a ver el mencionado espectáculo.
Me dijeron que no podía entrar porque al ser menor existe una ordenanza municipal que no permite el ingreso de menores al casino (lo que me parece correcto).
Y como debía pasar a través del casino para ingresar al salón, no lo podía hacer. Me atendió una señorita del casino, muy amable, la que me acompañó hasta donde se encontraba la productora del espectáculo y también de manera muy amable me devolvió el dinero de la entrada de mi hija, pidiéndome las disculpas del caso.
La pregunta es: ¿cómo debo hacer para ir a ver cualquier espectáculo al casino cuando quiera concurrir con mi hija menor de edad? ¿Por qué no habilitan una entrada que esté conectada directamente al exterior? ¿Los señores concejales, qué tipo de sentido común usan al escribir estas ordenanzas?
Sé que no soy la primera persona a la que le sucede una cosa así; con esto espero aportar algo de sensatez para que alguien haga algo al respecto, ya que me están prohibiendo poder disfrutar junto a mi familia de un poco de cultura.
Escuché interesada la evaluación que un periodista de la agencia Neuquén del diario "Río Negro" realizó en el programa radial "La palangana" sobre la performance que el actual gobernador Jorge Omar Sobisch tuvo en las últimas elecciones nacionales.
En su alocución, el periodista evaluó que, a su parecer, se había plasmado en el voto la intención de la ciudadanía de no avalar a aquellos que hieren a las instituciones (palabras más, palabras menos, dado que no tenía grabador a mano). Luego continuó realizando comentarios macro sobre la situación y las implicancias a futuro.
Más allá de compartir o no las opiniones vertidas, me asombró de sobremanera la ausencia, en la evaluación requerida, del impacto que habría tenido la campaña nacional iniciada por ATEN y luego tomada por CTERA, para desenmascarar a Sobisch ante toda la población nacional.
No se trata este comentario de reivindicar el papel del sindicato, cual si ATEN fuera el protagonista de la historia. Solicito las disculpas del caso si es que mi prosa lleva la interpretación de este texto hacia esos confines.
Sí entiendo que la perspectiva histórica de los acontecimientos no permite que las evaluaciones puedan deshacerse de estos hechos, donde se vio comprometida gran parte de esta sociedad. Si estuviéramos hablando del Mayo Francés y fuéramos Le Monde Diplomatique es probable que ya no recordemos el nombre del estudiante asesinado y las organizaciones que se involucraron en los reclamos. Pero teniendo en cuenta que el "Río Negro" no es Le Monde, que lo de Arroyito no fue el Mayo Francés y que pasaron siete meses y no décadas, al momento del análisis no podemos prescindir de algunas palabras como "Fuentealba", "fusilamiento", "campaña nacional" (si se quiere, se puede prescindir de mencionar a "ATEN" y solamente se pone "sindicato" o "CTERA").
Concluye esta historia con la evaluación de Jorge Omar Sobisch, responsabilizando a sus huestes de lo perdidoso de su campaña. El sabe que no es así, la evaluación es propia del enemigo y es realizada entre sus pares. Ahora bien, como medio de comunicación no debería permitirse omitir algunos datos de la realidad que deben ser consignados y evaluados en su correcta dimensión.
El progreso del conurbano Neuquén-Plottier debe tener una cierta coherencia y un respeto por la naturaleza, que peligrosamente no se está teniendo en cuenta.
Con ocho represas río arriba no se está considerando el riesgo hídrico. Un ejemplo son Valentina Sur y La Herradura.
Cuando nuestros pioneros forestaron la zona con álamos, lo hicieron para amortiguar los fuertes vientos. Hoy sin las alamedas los tenemos de nuevo entre nosotros, intensificados por el calor que produce el cemento, generando frentes de anticiclón térmico. Y es imposible forestar las rutas, ya que si ponemos un termómetro al lado del asfalto, la temperatura del suelo es de 100º C y ningún árbol crece así.
El entubado de los canales de riego genera gas metano, haciendo tóxica al agua y atentando el delicado equilibrio de su entorno.
Me refiero a las obras que rodean el club de campo Los Canales, en Plottier.
Y hay que señalar el daño que producen los fuertes reflectores en la fotosíntesis de las plantas, al inhibir la enzima rubisco, que cataliza la fotosíntesis, trayendo enfermedades y la muerte de los árboles.
También sobre el río, afectando el ciclo de desove de los peces y aumentando la proliferación de fitoplancton hasta producir afloramientos algares que causan la muerte del ecosistema entero.
Ni qué hablar del cambio del pH en la zona de la planta de tratamientos cloacales, donde existe una concentración de 6.000 bacilos coliformes por mililitro de agua, producto del incorrecto funcionamiento.
Y lo principal: el impacto en el paisaje. Los incendios generados para la construcción de la cancha de golf, el impacto de un hotel y un hipermercado donde desarrolla la única selva en galerías de la Patagonia, quitan belleza al paisaje.
No me opongo al hotel o lo que sea, pero debería realizarse lejos, cuidando el entorno. A nadie se le ocurriría tapar las Cataratas del Iguazú con un hotel o derretir el Glaciar Perito Moreno para hacer un shopping center. Por qué entonces no respetar este entorno y a su vez explotarlo como ecoturismo y no destruirlo y reemplazarlo por uno de los tantos miles de hoteles 5 estrellas de la Patagonia.
Al señor Taylor y a la señora Pilar Gómez los invito a reflexionar sobre esto, sin agresión, sin oponerme al progreso, pero buscando lo mejor para la comunidad.
Igualmente al señor Sergio Gallia, intendente electo, invito en nombre de quienes me acompañan a rever el lema de "Plottier, ciudad ecológica", de la década pasada y dejado de lado, y a recuperar las áreas naturales y los espacios verdes, que son cosas diferentes. Las primeras dedicadas a la conservación del patrimonio genético-natural y los segundos al esparcimiento y mejora de la calidad de vida.
Les agradecería que lo tengan en cuenta, al igual que el tema de los estudios de impacto ambiental, que han sido reemplazados por un simple formalismo legal, y no a la labor científica.
