ROCA (AR).- Un hombre que había sido detenido el 21 de febrero pasado durante un control de rutina en el paraje Río Villegas, cercano a El Bolsón, tras encontrarle 80 tizas de cocaína dentro de un termo; fue condenado ayer por el Tribunal Oral Federal de Roca a cuatro años y dos meses de prisión, más una multa de 250 pesos.
El imputado es Adrián José Montenegro, quien en aquella oportunidad viajaba con su pequeño hijo.
Cuando Montenegro fue obligado a bajar del colectivo porque ni él ni su hijo tenían documentos, tomó sus bolsos de mano pero dejó una mochila en la que encontraron luego el termo con la droga. Cuando declaró, aseguró que no le pertenecía, aunque posteriormente y durante la instrucción de la causa, el juez hizo revelar el rollo de fotos que estaba dentro de la cámara que llevaba Montenegro, y en una de las tomas se advirtió la mochila en cuestión, que estaba junto a su hijo.
Por este tema, el defensor oficial Eduardo Zamboni había presentado un pedido de nulidad de lo actuado, ya que consideró que las fotografías de su asistido fueron reveladas sin ninguna argumentación.
Justamente fue éste el primer punto tratado por los jueces Armando Márquez, Norberto Ferrando y Oscar Albrieu, durante la deliberación para dictar sentencia. Los magistrados no hicieron lugar al planteo del defensor, ya que consideraron que "para disponer el revelado, el señor juez interviniente no necesitó fundamentación alguna para ordenarlo". Los jueces señalaron que las cámaras fotográficas no están mencionadas en el artículo 234 del Código Procesal Penal, que en su texto reza: "Siempre que lo considere útil para la comprobación del delito el juez podrá ordenar, mediante auto fundado (en este punto es donde hacen hincapié los magistrados), la intercepción y el secuestro de la correspondencia postal o telegráfica o de todo otro efecto remitido por el imputado o destinado a éste, aunque sea bajo nombre supuesto".
No le creyeron
Durante la instrucción, Montenegro dijo que la mochila que aparecía en la foto no era suya, sino de una persona que no identificó, que le había sacado la foto a su hijo. Tampoco pudo explicar, cómo esa misma mochila apareció en el colectivo que lo llevaba a El Bolsón y junto al equipaje que el imputado reconoció como propio.
La versión de Montenegro fue descartada de plano por el Tribunal Oral Federal, y lo condenaron a cuatro años y dos meses de cárcel, más la multa de 250 pesos.
