De la euforia a la cautela, del optimismo a la prudencia, ¿de Villarreal a La Boca? Así es este sube y baja sobre el regreso de Juan Román Riquelme a La Ribera, que osciló de un lado a otro en sólo 24 horas.
Cuando al mediodía del miércoles todos creían que el regreso de JR era un hecho, luego de una reunión que tuvieron dirigentes de ambos clubes, a la noche el propio Román, antes de embarcarse para Europa, se encargó de ponerle paños fríos a la historia.
Ayer desde España, el consejero delegado del Submarino Amarillo José Manuel Llaneza, el mismo que llevó adelante las tratativas en Buenos Aires, declaró que en la operación regreso "está cerca, pero para que se concrete debemos ceder todos".
"Podemos decir que hemos avanzado, pero no hay nada definitivo, ni mucho menos. Hay cosas que todavía están pendientes de acordar y por ello no se puede decir que está hecho".
El dirigente del Villarreal manifestó que "esto es como si fuera un silla de tres patas, que para que funcione, las tres deben de estar en condiciones y, en este momento, las tres patas no lo están y si te sientas te caes. Cuando estén en condiciones, nos podremos sentar y se solucionará".
Al ser consultado acerca de que si "la pata que falla" es Riquelme, Llaneza dijo que "ninguna de las tres están en condiciones", además de apuntar que el futbolista argentino tiene "buena predisposición" en este asunto.
"No se puede decir que Riquelme no tiene buena predisposición, sería decir una mentira. Yo veo buena predisposición, pero es un asunto complicado, de mucho dinero, y cualquier movimiento activa reuniones y más reuniones. Es algo que no es fácil y esto es lo que debe entender todo el mundo", consideró Llaneza.