ROCA (AR).- Respuestas confusas y contradictorias son las que reciben los afiliados de Ipross al reclamar la cobertura total y efectiva de las prestaciones, que por el momento se encuentra suspendida a raíz de la cuantiosa deuda que la entidad mantiene con la Federación Médica de Río Negro y con el ente que nuclea a los farmacéuticos de la provincia. Un matrimonio mayor de Cervantes denunció ayer la preocupante situación que atraviesa a raíz de la desatención que sufre por parte del organismo.

Susana Candia, de 57 años, y su cónyuge, de 62 años, son ambos pacientes diabéticos y no pueden adquirir los costosos remedios que necesitan porque además de que no le reciben la obra social no cuentan con dinero para comprarlos.

"Soy insulinodependiente, no me están entregando las cinco dosis de insulina que necesito en el mes y el tratamiento no se puede interrumpir. Me dijeron que si las compro me van a reintegrar lo que gaste, pero no me garantizan la fecha de la devolución", aseguró la mujer. Su esposo también está siendo perjudicado por esta situación, ya que tiene problemas cardíacos y "toma medicamentos crónicos imprescindibles que no puedo sacar por la farmacia porque están todas cortadas", explicó la señora.

El Instituto Provincial del Seguro de Salud (Ipross) cuenta actualmente con alrededor de 120.000 afiliados en Río Negro, quienes sufren a diario complicaciones en la continuidad de la atención y cobertura. Ocurre que este organismo presenta atrasos en el pago a los prestadores, a pesar de los rigurosos descuentos que mensualmente se realizan en los sueldos de los trabajadores estatales. "A mi marido le sacan religiosamente 200 pesos todos los meses, entonces ¿cómo puede ser que estemos sin obra social?", manifestó Candia.

En el caso de las farmacias, sólo obtuvo promesas de retorno de un porcentaje del dinero que abone, como única y pobre respuesta. "Necesitamos contar con más de 400 pesos para pagar nuestros remedios y no estoy dispuesta hacerlo porque yo tengo mi cobertura y me corresponde por ley".

Respecto al corte de las prestaciones médicas también se observan irregularidades a la hora de concretar una visita al doctor, ya que además de comprar la orden de consulta, los afiliados deben desembolsar alrededor de 20 pesos en concepto de plus. Frente a esta anormalidad, la entidad les sugiere como única solución un reintegro de los adicionales abonados, pero sólo si obtienen del profesional una factura tipo A o B. Es decir, una boleta legal en concepto de una práctica ilegal.