Jueves 22 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Quedó imputado el hijo adolescente de Bressán
Fue trasladado a una comisaría para menores. Un remisero y un armero lo comprometieron.

CONCORDIA, Entre Ríos (Télam, enviado especial).- El hijo adolescente del secretario judicial Miguel Bressán, asesinado junto a su esposa y su bebé en Colonia Yeruá, Entre Ríos, quedó ayer imputado por el triple homicidio, tras relatar ante la Justicia cómo ocurrieron los hechos.

Lo informó el juez de Concordia, Maximiliano Benítez, quien hasta ayer estuvo a cargo de la causa y confirmó la imputación del chico de 17 años, ahora a disposición de la Justicia de Menores.

Benítez, que tras resolver la imputación del hijo del secretario judicial por homicidio calificado y doble homicidio se declaró incompetente y envió la causa a un magistrado de Menores, explicó que además de las pruebas reunidas para esclarecer el hecho consta en la causa la declaración del acusado. "Se le tomó una declaración informativa donde él

relata detalles de lo ocurrido. No es una confesión porque no ha prestado declaración indagatoria, eso lo va a hacer ante el juez de menores", explicó.

Tras esa exposición, el adolescente fue trasladado en un móvil policial a la comisaría del Menor, en la que ya había sido acondicionada una celda para alojarlo y donde permanecerá hasta tanto el nuevo juez de la causa, Rodolfo Jáuregui, lo disponga.

El juez Benítez dijo que el móvil del triple crimen fue "de índole familiar" y se abstuvo de aportar detalles para preservar la intimidad del adolescente.

La comunicación del esclarecimiento del triple crimen fue realizada a las 12:30 por el propio juez Benítez, quien en la puerta de los tribunales de Concordia anunció: "Se imputó al hijo de Miguel Bressán como el autor de este hecho".

El juez contó que entre las pruebas más relevantes figuran la declaración de un remisero que dijo que llevó al hijo de Bressán al campo de Colonia Yeruá el domingo día de los crímenes y el de un armero que aseguró que le vendió al joven proyectiles calibre 380, como los empleados en los ataques. "Ayer (por el martes) tomamos importantes pruebas (...), fui al lugar junto con el remisero que lo llevó al menor y me indicó dónde había dejado al chico, que era efectivamente la tranquera del campo del doctor Bressán", detalló el juez.

"Posteriormente -agregó- pudimos determinar el lugar donde el chico había comprado proyectiles (aparentemente a pedido de su padre) y se llamó a prestar testimonial a esa persona (que hizo la venta), quien efectivamente manifestó que había sido un menor de las características fisonómicas del hijo de Miguel Bressán".

El juez explicó que esas balas tenían una particularidad, no eran comunes, sino de recarga, y que se encontró el lugar donde se hallaba la máquina para cargarlas. "Con toda esa prueba tenía elementos más que suficientes para imputar al menor, pero además de todo esto y, como broche, hoy (por ayer) se presentó en forma espontánea con el abogado y se le tomó una declaración informativa donde él relata detalles de lo ocurrido", agregó ayer el magistrado.

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