Jueves 22 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 25 > Internacionales
Francia: diálogo en medio de huelgas y sabotajes
Peligran contactos entre los sindicatos y el gobierno. El boicot y algunas agresiones tensan el clima para hoy.

PARíS (Télam especial, por Hernán Campaniello).- La huelga del transporte, que ya lleva siete días, continuará hoy a pesar de que comenzaron las negociaciones para ponerle fin, mientras que funcionarios de la red de trenes y el gobierno denunciaron ayer sabotajes al sistema ferroviario y agresiones a maquinistas que volvieron al trabajo.

Las negociaciones tripartitas, Estado-empresas-sindicatos, comenzaron hoy y lentamente empezaron a progresar, especialmente en el sector ferroviario (SNCF), que podría levantar la huelga antes del fin de semana.

De las reuniones participaron también los sindicatos que no adhieren a la huelga, que reclaman aumentos salariales y también se oponen a la reforma de los regímenes de jubilación que propone la extensión de 37,5 a 40 años la cantidad de años necesarios para acceder al retiro.

A la salida de las negociaciones, el presidente de la empresa de subterráneos y autobuses RATP, Pierre Mongin, las calificó de "constructivas" y aseguró que "no hay condiciones para seguir con la huelga", mientras que el representante de la CGT, Gérard Leboeuf, llamó a los empleados a "preservar fuerzas" para "hacerlas pesar en la negociación".

Las negociaciones tripartitas deberán durar entre tres y cuatro semanas y continuarán el lunes pero, mientras el gobierno sigue reclamando el cese del paro, los sindicatos alegan que deben consultar a sus bases y lo prolongaron hasta mañana.

Hoy será una nueva jornada difícil para los usuarios del transporte público, debido a que el tránsito estará "perturbado" pese a la "mejora significativa" en el servicio que prevé 2 trenes de alta velocidad cada 3 programados.

En el servicio suburbano de la RATP ayer se produjeron fuertes alteraciones aunque la participación de los trabajadores en el paro disminuyó notablemente desde su inicio en la noche del 13 de noviembre. Además, la dirección de la SNCF anunció "numerosos" actos de sabotaje en las vías y el tendido eléctrico de los trenes de alta velocidad en diferentes puntos del país, lo que ocasionó importantes retrasos. También agresiones a maquinistas que levantaron el paro.

El presidente Nicolas Sarkozy solicitó que dichos actos sean "castigados con la máxima severidad posible" y el primer ministro Francois Fillon habló de "actos de sabotaje coordinados" y "criminales". El martes, en su primera referencia pública al paro Sarkozy afirmó que no cederá y no dará marcha atrás en la reforma del sistema previsional que genera una fuerte resistencia . "Francia necesita llevar adelante reformas para responder a los desafíos que el mundo le impone", expresó el mandatario.

Por su parte, la presidenta del influyente Movimiento de Empresas de Francia (MEDEF), Laurance Perissot denunció que el costo de la huelga será "gigantesco" y "una catástrofe para la economía", y señaló que Francia padece "un gusto masoquista por la cultura del conflicto". En una reiteración de los objetivos patronales, Perissot afirmó que el MEDEF pretende que sea "abolido" el límite de 35 horas laborales por semana que en la práctica puede ser violado legalmente mediante la implantación de horas suplementarias.

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