Jueves 22 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 38 > Deportes
Colombia desnudó algunas falencias
Argentina no encuentra el funcionamiento colectivo. El "Coco" y su inacción.

Lo que parecía una noche perfecta tras el sensacional gol de Leo Messi, culminó en una pesadilla por la infantil expulsión de Carlos Tevez, la inacción de Alfio Basile y los estragos que provocó la altura de Bogotá.

Para Argentina fue más que una derrota, porque perdió el invicto, su arco finalmente fue vencido y además se hicieron visibles algunos aspectos preocupantes, antes maquillados por tres triunfos.

Fue Colombia la que desnudó muchas de las falencias criollas. Lo hizo en el segundo tiempo, cuando el DT Jorge Pinto decidió dejar de respetar tanto y mandó al campo de juego a Freddy Grisales y Macnelly Torres, problemas sin solución para Gago y Mascherano.

Antes de eso la "Pulga" había maravillado otra vez con un gol de excepción, después de una avivada de Riquelme. Y antes Carlos Tevez se había ido a las duchas tras una agresión sin pelota, cuando recién corrían 24 minutos del primer tiempo. Así y todo, contra toda adversidad, Argentina estaba arriba en el marcador, e incluso tuvo el 2-0 en los pies de Ibarra y Riquelme, brillante en ese lapso

Llegó el empate con un preciso tiro libre de Bustos y los 2.460 metros de Bogotá terminaron de destruir el físico ya cansado de los criollos, que a siete del final sufrieron el gol definitivo.

Basile no culpó al árbitro Jorge Larrionda. Sí dijo que la altura es "el peor lugar para que te echen un jugador". Pero el "Coco" no habló de su inacción cuando el equipo perdía.

Solamente un cambio que poco aportó ("Maxi" Rodríguez por Cambiasso) y nada más. El últimamente poco locuaz entrenador se la jugó con las cartas que había recibido en la primera mano y no atinó modificar el rumbo.

Fue buena la producción de Riquelme en la etapa inicial, la seguridad de Martín Demichelis como último hombre y el permanente desequilibrio de Messi, aun con intermitencias. Por el contrario, no pareció cómodo Mascherano con el ingreso de Gago como "5", más allá de que éste haya jugado bien el primer tiempo.

En las cuatro jornadas de una eliminatoria que igual será un mero trámite camino a Sudáfrica 2010, queda la impresión de que el juego colectivo falla.

Por ahora le sobra con la pelota parada de Riquelme, con el poderío aéreo de Demichelis o Milito y las genialidades de un superdotado como Messi, pero sigue sin tener la presencia de un delantero potente en el área rival.

No es para desesperar. Sólo hay que entender que cada pieza debe cumplir su función, con inteligencia y astucia. Esas que tal vez ayuden a cortar la sequía de trece años sin ningún título.

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