Bienvenida la polémica! El intercambio de opiniones siempre ayuda a crecer.
El sábado 17 de noviembre, el doctor Miguel Ángel Cardella realizó algunas reflexiones en la página 21 de este medio acerca del sistema de voto electrónico e implícitamente manifestó su opinión contraria a la implementación del mismo en la provincia de Río Negro.
Conozco desde hace años al doctor Cardella y respeto su capacidad y especialmente su interés en las cuestiones públicas, y es por ello que debo manifestarle que estimo peca de falta de información y que quizás por ello algunas de sus opiniones no resultan adecuadas a nuestra particular realidad.
En principio quiero expresar que la ley que fue votada en la última sesión de la Legislatura rionegrina por unanimidad es consecuencia de un trabajo de dos años y medio que se inició cuando se incorporó, a instancias de los partidos opositores, al Acta de Lineamientos Básicos para la Reforma Política una cláusula que establece la "gradual, paulatina y progresiva incorporación de las nuevas tecnologías... para impedir la manipulación de boletas...". No es algo nuevo ni repentino ni que nazca del partido en el gobierno, sino una decisión de la totalidad del arco político de Río Negro llevada a cabo con prudencia, en forma altamente democrática, con la activa participación de todos los bloques legislativos y del Tribunal Electoral provincial que conforman la Comisión Mixta Especial creada con ese exclusivo fin.
Creo que el doctor Cardella hace afirmaciones que demuestran que no conoce el proceso vivido en Río Negro y lamento que, como en otros casos, no se haya acercado a informarse en forma directa.
El doctor Cardella menciona, equivocadamente, como un tema que debe promover la duda acerca de la fiabilidad del sistema, que se trata de uno que permite la emisión, recuento y trasmisión de votos a la sede central de los comicios. No es así. La urna electrónica diseñada por Altec SE no transmite nada y además no está conectada a ninguna red, lo cual hace desaparecer el tema de la supuesta vulnerabilidad e intrusión. La urna electrónica rionegrina es una unidad autónoma no conectada a ningún otro mecanismo ni sistema y, por ende, ingresar en ella es tan imposible como hacerla a una habitación a la que no llegue ningún camino ni posea abertura alguna.
El doctor Cardella comete otro error cuando presupone la posibilidad de programar la máquina para que "cada tanto agregue un voto a favor de alguien o cada tanto cambie el voto del elector". No dudo de que sería técnicamente posible, pero también desconoce que es cada votante el que controla su voto y que en caso de que la memoria electrónica registrara más sufragios o algunos diferentes que los que en papel cayeron dentro de la urna, ello rápidamente saldría a la luz y en ese caso el valor último es el del soporte físico por sobre el virtual.
Estimo que el doctor Cardella no ha considerado que las mismas dudas que él manifiesta las tuvimos todos en un principio y justamente por ello diseñamos los procedimientos para que "esas cosas" no pudieran suceder y es por ello que hay estos controles cruzados.
Pretender invalidar un sistema por supuestos problemas producidos en algunos países y casos (en Ecuador, se trató del proceso de escrutinio electrónico que por otra parte ya desde hace años se viene llevando a cabo en el país. En el caso de Gore y Bush, en EE.UU., estimo, sin intención de entrar en una polémica puntual, que no fue exactamente como dice el autor de la nota) sería una generalización tan errónea como pretender cuestionar el sistema tradicional en papel porque en la Década Infame hubo fraude.
Por otra parte son muchos más los países que usan normalmente el sistema de voto electrónico desde hace mucho tiempo y no han tenido los problemas que el doctor Cardella destaca.
Los fraudes no los hacen los sistemas, sino los hombres y es justamente por ello que hemos tomado todos los recaudos para dar la más absoluta garantía al ciudadano con respecto al más sagrado acto de la democracia: el sufragio.
La mayor garantía, sin duda, está dada en que son los mismos partidos políticos los que a través de sus fiscales informáticos controlan todo el proceso, tanto en las instancias previas como durante y también posteriores al acto de emisión propiamente dicho. No creo que ningún partido hubiera propuesto, acompañado y votado un sistema que no les ofreciera garantías.
El sistema contribuye además a brindar transparencia en las listas numerosas de candidatos, al permitir su mejor identificación, aportando así, en forma indirecta y en acotada medida ya que no es su objetivo principal, a otra faceta de la reforma política.
Coincido con el doctor Cardella en la necesidad de promover un cambio cultural profundo y simplemente para su información deseo comentarle que estamos trabajando en que los electores voten lo más cerca posible de su domicilio (porque ése también es un mandato del Acta de Consensos a propuesta de los partidos políticos) y que ello, pese a su opinión, es más complejo de lo que manifiesta.
Tengo la seguridad de que hemos analizado todas las posibilidades de vulnerabilidad del sistema y que el mismo contempla, en esta etapa de desarrollo, recaudos suficientes en cuanto a accesibilidad, confiabilidad, privacidad y seguridad.
La experiencia parcial y acotada a realizar en Las Grutas el próximo 16 de diciembre permitirá avanzar aún más para seguridad y tranquilidad de todos.
Quiero también expresarle al Dr. Cardella que el sistema puede (y ojalá así sea) utilizarse con mucha facilidad en consultas populares en fechas intermedias, de forma tal de contribuir justamente a lo que el autor de la nota solicita incrementando la posibilidad de la participación ciudadana.
Quedo a disposición del doctor Cardella y de cualquier otro ciudadano rionegrino para efectuar todas las ampliaciones que puedan resultar necesarias para aportar al mayor esclarecimiento de este tema.
ROBERTO LUIS RULLI (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Subsecretario de Relaciones Institucionales - Ministerio de Gobierno de Río Negro.