Volver a jugar: en esas tres palabras se resume el sueño que Juan Román Riquelme está a punto de cristalizar.
Hoy estará en las oficinas del Villarreal intentando cerrar su pase a Boca junto a su representante Marcos Franchi, y si todo tiene un
final feliz, JR se bajará del Submarino Amarillo, y seguramente lo hará sin despedirse del capitán mayor: el chileno Manuel Pellegrini, DT del Villarreal.
Marginado por el entrenador durante buena parte de la temporada 2006/2007, luego de que JR regresó cuatro días más tarde de las vacaciones de Navidad, el mediocampista pasó a préstamo a Boca durante el primer semestre del 2007 y comandó al equipo en la conquista de la Copa Libertadores. Pero el 30 de junio debió regresar a Villarreal donde no jugó ni un minuto desde entonces.
Pero el argentino le respondió con goles al ingeniero. "Las cosas se demuestran en los partidos", declaró Román y tres días después dejaba paralizado al arquero chileno Claudio Bravo con dos perfectos tiros libres para darle el 2-0 a Argentina en el inicio de las eliminatorias mundialistas.