ROCA (AR).- Una mujer que mató a su pareja de una cuchillada, tras ser víctima durante once años de constantes maltratos físicos y humillaciones, fue condenada ayer a un año de prisión en suspenso, al entender los jueces de la Cámara Tercera del Crimen, que la reacción de la imputada fue producto de la pesadilla que vivía desde hacía tanto tiempo.
El crimen ocurrió el 10 de diciembre de 2006 en una casa del barrio J.J. Gómez, y la detenida, quien confesó haber sido la autora de la agresión, pero que dijo no haber tenido la intención de matar, es Norma Lorena Rogel.
Durante el juicio, fueron varios los testigos que relataron parte del calvario que durante más de una década vivió Rogel con quien a la postre fue la víctima fatal: Edmundo Dante Cedee. Y estos testimonios, más las apreciaciones brindadas por la psicóloga María Abaca del cuerpo médico forense, fueron determinantes para describir en el estado en que se encontraba la mujer al momento del crimen.
Los vecinos y conocidos de la pareja que desfilaron ante el Tribunal, coincidieron en que la violencia física hacia Lorena Rogel se sucedía desde hacía mucho tiempo. Incluso, los moretones en el cuerpo de la mujer de 32 años, eran frecuentes.
La propia imputada lo reconoció durante la instrucción de la causa, y dijo que había pensado en tomar a sus hijos e irse de esa vivienda, pero se topaba con que no tenía ni dinero ni un lugar a donde ir. Varios testigos aseguraron que a pesar de las palizas constantes, Rogel nunca quiso denunciar a Cedee, porque "lo quería y porque creía que si lo denunciaba iba a ser peor".
Rogel era la que mantenía el hogar con trabajos de distintos tipos, incluso de albañilería. Y uno de los testigos que pasó por el juicio fue claro y coincidente con esta situación. "Dante no trabajaba nunca, pocas fueron las veces en que hizo una changuita; ella sí trabajaba, ayudaba a hacer hornos, traba
jaba en la cosecha; ...él vivía de ella, le sacaba la plata para tomar vino o comprar cigarrillos. Por ahí le reprochaba: '¿esto nomás trajiste?".
La licenciada María Abaca, psicóloga forense, señaló que cuando entrevistó a Rogel, vio a una "persona no agresiva, controlada y sin trastornos en sus impulsos; pasiva, inhibida, dependiente, a tal punto que nunca pudo tomar la decisión de separarse, irse de su casa o pedir ayuda". Dijo que las situaciones padecidas por la enjuiciada fue como "la gota que rebalsó el vaso". Rogel fue condenada por el delito de homicidio simple en estado de emoción violenta.
Llamativa decisión
La mujer no concurrió ayer a la lectura de la sentencia, por que tras los alegatos se sabía que quedaría en libertad. Es por ello que no se realizó la lectura del fallo, ya que las partes tampoco fueron a la Cámara Tercera.
Cuando los medios de prensa pidieron una copia de la sentencia, uno de los empleados de la Cámara informó que había fotocopias para los otros dos medios gráficos, pero que para "Río Negro" no.
Ante la consulta del por qué, el empleado dijo: "es una orden del presidente del Tribunal, Aldo Rolando".
La decisión del camarista no tuvo más argumentos que los dichos del empleado.
Por la tarde, otro de los jueces se comunicó con este medio para decir, en tono conciliador, que había sido una confusión ya que pensaban que era una causa con menores involucrados.
Pero si la causa hubiera tenido menores, no queda claro por qué a los otros medios sí se les entregó copia.