SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En un operativo comando pocas veces visto en esta ciudad, dos delincuentes armados golpearon y redujeron al celador que acompañaba a un menor en conflicto con la ley y escaparon con él, luego de dejar encerrado al trabajador.
El hecho se produjo minutos antes de la una de ayer en el sector del ex Hogar Gutiérrez que hasta hace algunos meses albergaba a los menores conflictivos y estaba en desuso desde la inauguración del moderno Hogar Convivir, que está situado en el camino al Valle del Challhuaco. Al menor prófugo lo habían trasladado allí para preservar su integridad física, porque tenía diferencias con otros internos, pero durante la madrugada rompieron los vidrios de la ventana que da a su habitación, luego los de la puerta de entrada, y finalmente ingresaron dos individuos armados, que después de amenazar y golpear al celador se escaparon junto al joven interno, que está acusado por un homicidio.
Hace una semana, en un fallo suscripto por los jueces Juan Lagomarsino, Ariel Asuad y Carlos Salaberry, la Cámara Laboral consignó que "el Hogar Convivir, por carecer de adecuadas normas de seguridad, pone a sus operadores en riesgo", destacó los hechos recientemente acontecidos, y señaló "la peligrosidad que revisten los menores actualmente alojados, destacándose que
entre ellos, dos tienen procesos en trámite por homicidio". En la conclusión del fallo, y luego de analizar todas las demandas de los amparistas, que son operadores de la Institución, la Cámara sentenció que "corresponde intimar al Poder Ejecutivo Provincial para que en el plazo de diez días adopte las medidas conducentes a fin de preservar la integridad física de los operadores que cumplen tareas en el Hogar Convivir, bajo apercibimiento de disponer su clausura".
Los jueces ordenaron que haya presencia policial dentro del establecimiento, contrariando otras normas de la minoridad, y es probable que por esa razón el menor prófugo haya generado el conflicto que posibilitó su solitario confinamiento en el ex Hogar Gutiérrez, lugar que no fue incluido en la reciente medida judicial.
El menor prófugo es oriundo de un paraje de la Línea Sur, cuenta con abundantes antecedentes y ya estaba alojado a disposición de la justicia cuando cometió un homicidio. Él mismo reconoció haber matado a piedrazos a un changarín hace pocos meses, durante una salida transitoria del mismo lugar donde estaba alojado ayer antes de fugarse.
Ese hecho ocurrió en una construcción abandonada, situada en Neuquén y Don Bosco, donde se reunían algunos changarines para beber y guarecerse del frío y del agua.
La espontánea confesión del menor permitió hallar el cuerpo de la víctima, un inmigrante chileno que había llegado de Neuquén pocos días antes.