Lunes 19 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 32 y 33 > Sociedad
COMPUSER: Retoque de imágenes
Aprenderemos a realizar algunos ajustes básicos en nuestras fotografías digitales y a jugar con ellas para lograr efectos divertidos.

Quien usa una cámara digital seguramente alguna vez ha tomado fotografías en condiciones de luz inadecuadas o ha obtenido retratos de personas con ojos rojos. Esta clase de defectos son muy comunes y, por suerte, muy fáciles de mejorar. Pero, también, la fotografía digital nos abre las puertas para "jugar" con las imágenes y recrearlas a nuestro gusto. Nos permite deformarlas, realizar fotomontajes o hacer desaparecer elementos de las fotos. Para realizar todas estas cosas contamos con herramientas específicas, y, por supuesto, en este informe aprenderemos a utilizarlas.

Si bien estas aplicaciones son fantásticas, no resuelven las situaciones por arte de magia, sino que se deben dar ciertas condiciones para obtener los resultados deseados en las imágenes. Por eso, antes de empezar, es importante conocer qué posibilidades tenemos de mejorar una imagen.

 

La resolución

 

La resolución está determinada por la cantidad de píxeles que posee una imagen. A mayor cantidad de píxeles, mayor será también su definición. Las cámaras digitales trabajan con megapíxeles, unidad que corresponde a un poco más de un millón de píxeles. Éstas permiten obtener fotografías hasta un cierto límite de calidad, definido por el modelo de la cámara, que en general es de 3 a 7 megapíxeles.

Por otro lado, todas las cámaras digitales incluyen la opción de tomar fotografías en alta o baja resolución, dentro de sus posibilidades. Por ende, si tomamos una foto a baja resolución con una cámara de pocos megapíxeles, probablemente obtengamos una imagen con mucho "ruido", difícil de eliminar con las aplicaciones de retoque fotográfico, aunque no imposible.

Algunas cámaras disponen de varias opciones de configuración, que pueden ajustarse de acuerdo con la escena que vamos a fotografiar. Si seleccionamos la opción incorrecta, puede pasar que el resultado sea una imagen muy apagada o demasiado iluminada, por ejemplo. También, muchas veces solemos tomar fotografías en condiciones de iluminación poco favorables y, por ejemplo, nos olvidamos de activar el flash ante un sol del mediodía o en un cuarto muy oscuro. Para mejorar este tipo de defectos, en todos los programas de retoque fotográfico vamos a encontrar herramientas de nombre similar a "Niveles de color", "Brillo-Contraste", "Balance de colores" y "Tono-Saturación".

Cabe destacar que en este artículo no explicamos cómo utilizarlas, ya que es algo muy sencillo y que se aplica según las características de cada fotografía. Pero tengan en cuenta que, de ser necesario, tal vez deban hacer estas mejoras antes de aplicar los retoques que aquí les vamos a explicar.

 

Corrección de ojos rojos

 

Un defecto muy común que suele producirse al tomar fotografías digitales es la aparición de ojos rojos en los retratados. La mayoría de las cámaras digitales posee una función para reducirlos, que consta de un parpadeo de la luz del flash previo a la fotografía en sí, pero muchas veces no es suficiente y los ojos se ven rojos de todas formas.

Se trata de un problema tan frecuente, que casi todos los programas de edición fotográfica incluyen una función para eliminarlos. En esta página vamos a conocer algunos de ellos.

Picasa es el software de Google para retocar imágenes, que podemos bajar desde http:///picasa.google.com. Es muy intuitivo y sencillo de utilizar, por lo que es ideal para todos, incluso para aquellos que recién se inician en el tema.

Además de las clásicas herramientas que mejoran la apariencia de las fotografías, como ajuste de colores, brillo y contraste, Picasa cuenta con otras que son muy interesantes. Las encontramos en la pestaña Efectos y nos permiten cambiar el tono de la imagen (a escala de grises o sepia), enfocar sólo un sector de la imagen y aplicar un degradado de color sobre la foto, entre muchas otras cosas.

Como mencionamos antes, en esta oportunidad usaremos Picasa para corregir los ojos rojos, pero recomendamos investigar y aprovechar las otras posibilidades de este programa, que son muchas.

Por default, Picasa explora y muestra en su biblioteca las imágenes que se encuentran en Mi PC, en Mis documentos y en el Escritorio de Windows. Si la foto que vamos a retocar se encuentra en alguno de estos sitios, simplemente debemos buscarla dentro de Picasa. Si no, debemos forzar al programa a que la cargue; para ello nos dirigimos a Archivo/Añadir archivo a Picasa y seleccionamos la foto correspondiente.

Ya tenemos la imagen para retocar en la biblioteca de Picasa. Para hacer cambios en ella, debemos localizarla y hacerle doble clic. Con esto conseguiremos acceder a otra ventana que posee el conjunto de herramientas de edición.

Lo que sigue es muy simple: elegimos la herramienta Ojos rojos y recuadramos uno de los ojos por corregir. Mágicamente, Picasa hará el resto del trabajo. Tengamos en cuenta que si no vemos el resultado esperado, muy probablemente sea porque no seleccionamos el área completa de la pupila. En tal caso, podemos repetir el procedimiento la cantidad de veces que sea necesario. Además, en todo momento podemos volver atrás, presionando Restablecer. Al visualizar el resultado que esperamos, presionamos Aplicar y regresamos a la ventana de edición de imagen. Los cambios ya están realizados, sólo resta regresar a la ventana principal de Picasa, mediante Volver a la Biblioteca, para corregir o editar más fotografías.

 

Una imagen bicolor

 

GIMP (www.gimp.org) es un proyecto de software libre. Su nombre proviene precisamente de GNU Image Manipulation Program (Programa GNU de Manipulación de Imágenes). Se trata de una aplicación muy completa, pero sencilla de manejar. Utiliza capas, que permiten "apilar" los elementos que componen una imagen, para trabajar con ellos de forma independiente.

En GIMP podemos trabajar con cualquier tipo de archivo de imagen, pero si deseamos guardar y conservar los distintos niveles de capas para seguir retocándolas después, conviene utilizar el formato xcf. También vale la pena destacar la presencia de filtros, que son herramientas que nos dan la posibilidad de aplicar diferentes efectos visuales a nuestras fotografías. Ahora que ya tenemos una idea de qué se trata, les proponemos dar una mirada a la interfaz del programa. Luego encontrarán un ejemplo muy sencillo de lo que pueden hacer con GIMP.

En primer lugar, marcamos la silueta del objeto que conservará el color, con mucha paciencia, utilizando la herramienta en forma de lazo. Podemos activarla desde la caja de herramientas o presionando la tecla F. Un consejo: el zoom será de gran ayuda para realizar la selección en detalle.

Si fallamos en esta tarea, primero debemos deshacernos de lo que quedó seleccionado erróneamente, yendo a Seleccionar/Ninguno, y luego volver a intentarlo.

Antes de cambiar los colores, hay que hacer un paso más: como vamos a modificar el fondo, debe estar seleccionado todo, menos la silueta. Puede parecer complicado, pero no lo es. Simplemente, nos dirigimos al menú Seleccionar/ Invertir o pulsamos CTRL+I. También podemos hacerlo desde el Editor de selección, que se encuentra en el mismo menú, y presionamos el botón correspondiente. Ahora, acudimos a Capas/Colores/ Desaturar para "apagar" de colores el fondo y lograr que se vea en escala de grises. Luego, quitamos la selección desde Seleccionar/Ninguno, pero si preferimos hacerlo rápido, pulsamos SHIFT+CTRL+A.

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