El gobierno de Kirchner iniciará en un mes un monitoreo de la presunta polución que pudiera producir la planta de celulosa Botnia que funciona en Uruguay. Para ello ya destinó un monto de cinco millones de pesos,

Este monitoreo unilateral "es la herramienta que asistirá a persistir en el reclamo argentino de relocalización" de la planta dijo una fuente del gobierno al diario "La Nación".

Las tareas, bajo la coordinación de la Secretaría de Medio Ambiente, conducida por Romina Picolotti, serán asistidas por especialistas de universidades estatales argentinas, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y el Servicio Meteorológico Nacional.

Nuevamente Picolotti contará con un ingreso fuerte de fondos que deberá administrar. Y sus antecedentes en el manejo de esos recursos es preocupante. Sobre la funcionaria que ingresó al gobierno tras destacarse como activista en la protesta contra Botnia pesan denuncias por contratos de trabajo por montos desmedidos para parientes y amigos y frecuentes viajes en jets privados con fondos sin control, desviados del presupuesto.

Con un presupuesto inicial de 5 millones de pesos el plan de monitoreo "contará con todos los fondos que sean necesarios para ser ejecutado, porque es la herramienta para fortalecer la posición argentina en el litigio internacional con Uruguay", dijo la fuente.

Un informe de la Universidad de Buenos Aires divulgado el sábado situó en la zona sur de la ciudad de Gualeguaychú (230 km al norte de Buenos Aires) el punto de mayor impacto de la presunta contaminación, debido a la acción de los vientos. "Dada la posición de la planta, todo indica que habrá un arrastre de contaminantes hacia el sudoeste, en Argentina", dice el estudio.

Para el monitoreo se instalarán campamentos de medición que tomarán muestras de agua y tierra en forma periódica para elaborar estadísticas sobre eventuales cambios. (AFP)