Lunes 19 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 14 > Municipales
LA SEMANA EN VIEDMA: Bienes raíces

Los valores inmobiliarios y el déficit habitacional, con sus conflictos; vienen -inexplicablemente- cotizando en bolsa con un superlativo precio de las acciones.

Antes de comenzar la declinación de las pasiones políticas, por recambio, los concejales viedmenses reflotaron las pujas en defensa de caro interés. En un rincón del ring, la minoría oficialista. En el otro, toda la oposición encarnada por el justicialismo, el Frente por Río Negro (FRN) y el Mara.

Dos meses atrás se trenzaron porque la mayoría opositora decidió ampliar el ejido urbano para el sector Sur de la ciudad, sin el consentimiento del intendente radical Jorge Ferreira.

En ese momento, los opositores forzaron la autorización para que una serie de entidades mutuales puedan vender terrenos a unos 7.000 pesos en una zona considerada inundable para el oficialismo; y bajo el argumento opositor de que las especulaciones inmobiliarias en una ciudad en plena expansión están a la orden del día.

"Hay terrenos en la zona céntrica que se venden a 90.000 dólares y hay gente de escasos recursos que no puede acceder a ellos", se pronunció Néstor Minicheli, el edil del Mara, quien basa sus argumentos en sus conocimientos del catastro y de observador de la explosión demográfica irregular que viene teniendo la ciudad desde principios de los '70.

La ampliación de la zona urbana fue vetada inmediatamente por el jefe comunal, un firme defensor del crecimiento lineal de la ciudad, que los concejales opositores cuestionan por esas operaciones inmobiliarias de terrenos caros.

Las réplicas no se hicieron esperar. Durante la última sesión del Concejo Deliberante, el tratamiento del veto llevó más de dos horas. Incluso, el FRN cuestionó la actitud de la saliente presidenta del cuerpo Graciela Pallasezzi (de la UCR como Ferreira) de no tener un criterio independiente.

La oposición necesitaba de los 2/3 del cuerpo (seis concejales sobre un total de nueve) para diluir los efectos del veto.

Sin embargo, los cuatro radicales se abstuvieron de votar y los opositores no tuvieron más remedio que aceptar el pase a comisión.

Esto significa que las entidades que pretenden ampliar el ejido puedan comprometerse más justificando que harán las inversiones suficientes como para asegurar la infraestructura y que las ventas de terrenos -ya cerradas- no se les caigan como un castillo de naipes.

La cuestión ventilada en la semana tiene final abierto, pues los integrantes del actual cuerpo deliberativo capitalino prácticamente se están despidiendo.

No sólo existe la posibilidad de que ya no vuelvan a sesionar, sino que el próximo Concejo le será totalmente fiel en los números (seis a tres) a Ferreira.

Con lo cual, el proyecto de las entidades mutualistas podría naufragar.

Los desencuentros no terminaron con ese sólo punto de una eventual agenda inmobiliaria.

Ferreira pidió autorización al cuerpo para vender un terreno céntrico con el propósito de financiar la construcción de un edificio para el Concejo Deliberante.

Los opositores acusaron el golpe con otro pase a comisión bajo el pretexto de que en ese momento de la sesión, había demasiado bancas vacías, y a su criterio era necesario contar con unanimidad del cuerpo.

El expediente dejó al desnudo el encarecimiento de la tierra en la ciudad que necesita extenderse, dado que en el juego político, se discutió que el predio -cerca de la costanera- puede aportarle a las arcas municipales la friolera de 290.000 dólares.

ENRIQUE CAMINO

ecamino@rionegro.com.ar

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