Viernes 16 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Sociedad
Arrojó a su bebé desde el sexto piso del hospital

Una adolescente de 15 años mató ayer a su bebé de cinco días al arrojarlo desde el sexto piso del Hospital Alejandro Posadas, de la localidad de Haedo, oeste del Gran Buenos Aires, donde se encontraban internados bajo cuidado de un adulto. El hecho ocurrió a las 6.40 en el hospital del partido de Morón cuando la adolescente arrojó al niño al vacío, quien murió en forma instantánea, por lo que fue dispuesta la permanencia de la madre en el centro de salud bajo custodia policial, dijo la fuerza bonaerense.

Personal del hospital, que depende de la Nación y es uno de los más importantes de la zona oeste del Conurbano, expresó que la adolescente tuvo al parecer "un ataque de nervios", y evitó informar quién cuidaba de la madre al momento del incidente, ya que "por riesgo social debía ser asistida en forma permanente".

El director del hospital, Eduardo Duro, afirmó a la prensa que el bebé tenía un cuadro de "ictericia neonatal y recibía un tratamiento lumínico" por esa enfermedad, caracterizada por coloración

amarillenta de piel y mucosas debido a un aumento de la bilirrubina, y que "estaba acompañado por la joven madre". "Había sido entrevistada por el servicio social, ya que había riesgo social importante, por tratarse de una madre adolescente, por lo que se promovió la intervención de un adulto responsable: la abuela del bebé, madre de la adolescente", señaló Duro.

Policía Bonaerense aseguró que "la adolescente y su bebé estaban internados en el Posadas desde el parto, hace cinco días", aunque Duro dijo que "se fue" y "luego volvió porque (el niño) estaba amarillito". La madre quedó internada "bajo custodia policial", por disposición del titular del Tribunal de Menores 1 de Morón, Ricardo Oyama. La policía y trabajadores del hospital evitaron informar el estado de la adolescente, quien según testimonios sufrió "un ataque de nervios", y tampoco confirmaron quién cuidaba de la joven al momento de la supuesta crisis emocional.

El caso hizo recordar a la tragedia protagonizada por Romina Tejerina, la joven jujeña que mató a su bebé de 17 puñaladas. La joven denunció que nueve meses antes había sido violada por un vecino y que al momento posterior del parto, sola en el baño de su precaria casa, sufrió una terrible crisis nerviosa. La Justicia no le creyó. Dejó libre al sospechoso de la violación y a ella la condenaron a 14 años de prisión.

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