Viernes 16 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Sociedad
"La familia a veces es cómplice de la no integración"
Lo aseguró ayer un experto que disertó en Cipolletti. Fue en las Jornadas de Síndrome de Down y Sociedad.

CIPOLLETTI (AC).- "Lo que hace falta es un cambio cultural profundo. Hay mucha gente que pone por encima de los intereses de las personas con discapacidad sus propios intereses. Incluso, a veces, la propia familia prioriza la comodidad antes que la integración de su hijo y esto hay que decirlo con todas las letras".

Quien habla es Luis Guillermo Bulit Goñi. Ayer, disertó en las jornadas patagónicas de Síndrome de Down, Sociedad y Educación que se realizaron en esta ciudad. Se refirió específicamente a la responsabilidad que le cabe a las familias, a las organizaciones no gubernamentales, al Estado y a las empresas en la integración de las personas con discapacidad.

Consideró que la inclusión es una tarea de todos. "A veces -dijo- las familias somos cómplices de la no integración de nuestros hijos y de alguna

manera nos apropiamos de la persona con discapacidad. No la dejamos que tome sus propias decisiones sobreprotegiéndola y no nos animamos a soltarle la mano como lo hacemos con cualquier hijo".

Abogado, especialista en administración y políticas públicas y fundador de la Asociación de Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA), Bulit Goñi aseguró que el país es pionero en legislación sobre promoción de la discapacidad pero que el problema es que estas leyes no se cumplen. "Del total de personas con discapacidad que hay en Argentina, el 80 por ciento está desempleada y sólo el 17 por ciento de los niños tienen acceso a las escuelas comunes", graficó.

Dijo que hacen falta políticas para la discapacidad y que estas políticas deben ser transversales. "Tienen que abarcar todas las áreas de gobierno y ser ejecutadas con un concepto único que es el de la integración".

El de ayer fue el primer encuentro que organizó la Asociación Patagónica de Síndrome de Down (recientemente creada). Y la cantidad de asistentes que concurrieron superó las expectativas más auspiciosas. Informaron que pensaban recibir a unas 200 personas y la cifra trepó a las 300.

Otra disertante fue María Eugenia Yadarola, doctora en Ciencias de la Educación y presidenta de la Fundación de Síndrome de Down para su Apoyo e Integración (FUSDAI) con sede en Córdoba.

El tema que abordó fue el liderazgo de las familias en la promoción de la educación inclusiva. La organización que preside tiene una actividad sistemática en la integración al aula y a la escuela común de niños y adolescentes con necesidades especiales.

Sobre este aspecto dijo que la sociedad necesita una "escuela que se abra, más allá de que hoy no se sienta capacitada porque las respuestas se las tiene que dar a los chicos de hoy. La posibilidad de ir aprendiendo a relacionarse con la diversidad y con valores como el respeto, la tolerancia y la solidaridad".

Pero también consideró que muchas veces las familias de los niños con discapacidad son "temerosas o muy conformistas" por lo que les pidió "que confíen y que le den esa posibilidad a sus hijos".

Revalorizó la actividad de las asociaciones de familiares que ayudan a romper estos miedos y acompañan a los padres en la defensa de los derechos.

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