BUENOS AIRES (Télam).- Un agente de la Policía Federal mató ayer a balazos a su novia adolescente y a la madre de ésta, quien se oponía a la relación sentimental, durante una discusión que mantuvieron frente a una casa en la localidad bonaerense de Villa Fiorito, partido de Lomas de Zamora.

Fuentes policiales confirmaron que el policía, identificado como Ceferino Ramón Lúquez, de 27 años, se entregó ante la llegada de los efectivos de la seccional local y reconoció haber cometido los crímenes, por lo que quedó detenido. En tanto, un vecino que habló con el efectivo antes de que se entregara, y a quien le confesó haber matado a las mujeres, dijo que la madre de la chica estaba armada, aunque los investigadores indicaron que esa situación no está acreditada.

El hecho ocurrió ayer a la mañana frente a una casa ubicada en Antonio Filardi 930 de Villa Fiorito, donde Lúquez, quien trabajaba en el Comando Radioeléctrico de la Policía Federal, reside con su madre Nilda.

Según las fuentes, todo se inició cerca de las 8 cuando el policía, que estaba uniformado porque recién había regresado del trabajo, hablaba en la puerta de su casa con su novia de 15 años, quien no había concurrido a la escuela para ir a verlo, y llegó la madre de la chica que se oponía a la relación.

El noviazgo llevaba un año y la familia de la adolescente le había pedido que terminara con la relación por la diferencia de edad que había entre ambos.

Todo indica que por esa razón, se originó una discusión entre el policía, su novia y la madre de ésta y que, en esas circunstancias, el agente extrajo su pistola Browning calibre nueve milímetros y mató de varios balazos a su novia y, luego, a la madre, de 33 años. "Esta mañana (por ayer) los vi hablando tranquilos en la puerta. Salí a invitarlo a él a tomar mate conmigo antes de irme a trabajar a la feria y me dijo 'ya voy'. Entré, me puse a coser y pasaron unos 20 o 30 minutos cuando escuché los disparos. Salí y vi la madre y a la chica tiradas. No sé si discutieron, sólo escuché los disparos que fueron más de diez", dijo la madre de Lúquez.

"Escuché disparos de dos armas. Primero de una chica y después de una grande. Se escuchaban gritos y pensé que se estaban peleando dos bandas", contó Mariano, un joven que vive en frente de la casa del policía. Mariano contó que cuando salió, se encontró con los cuerpos de las mujeres y vio a Lúquez "que le decía a un vecino de enfrente que lo llevara y que el hombre quería sacarle el arma". Dijo que el policía primero no quería guardar su pistola, que después "se fue hasta su casa y le dio un beso a la madre" y se le acercó para pedirle "que lo llevara a la comisaría".