Viernes 16 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 25 > Internacionales
Musharraf digitó un gobierno de transición
Quiere reasumir la presidencia de Pakistán en enero. La oposición avanza hacia un frente unido.

ISLAMABAD (AFP) - El mandato del presidente paquistaní Pervez Musharraf llegó oficialmente a su fin, mientras la oposición y la comunidad internacional rechazaban categóricamente la organización de legislativas en enero si antes no se levanta el estado de excepción.

En un gesto de distensión antes de la visita de una misión estadounidense, el régimen militar levantó anoche el arresto domiciliario impuesto a la dirigente opositora Benazir Bhutto .

"El gobierno ha retirado la orden de detención'', dijo el oficial de policía Zahid Abbas. "Ella tiene libertad de movimientos y cualquiera puede ir a la casa'', agregó.

En virtud de la ley de excepción, el gobierno ya anunció que el mandato del general Musharraf -que llegó al poder hace ocho años mediante un golpe de Estado- se prolongará hasta que la Corte Suprema, de la que expulsó a los jueces que le eran hostiles, se pronuncie sobre la validez de su reelección el 6 de octubre.

Pero los líderes de la oposición y Estados Unidos -del que Musharraf es un aliado clave en la "guerra contra el terrorismo"- exigen el levantamiento del estado de sitio, decretado hace 12 días, antes de la celebración de las elecciones, previstas para antes del 9 de enero.

"La Constitución prevé que el presidente saliente permanezca en el puesto hasta que asuma el siguiente", recordó el viceministro de Información, Tariq Azim. La Corte Suprema debía pronunciarse sobre la elegibilidad de Musharraf y suspendió hasta entonces la validación de la elección presidencial del 6 de octubre.

Modelada ahora con una configuración más favorable, la Corte reanudará sus audiencias la próxima semana y su veredicto parece seguro: Musharraf debería ser oficialmente proclamado nuevo presidente.

La oposición había recurrido a la justicia asegurando que la Constitución obligaba al general a dimitir de sus funciones de jefe de las fuerzas armadas antes de la elección, cuando él prometía hacerlo una vez fuera elegido. Musharraf anunció que honrará esta promesa y dejará el cargo de jefe de las fuerzas armadas antes del 1 de diciembre.

El Parlamento paquistaní se disolvió ayer, después de haber completado su mandato de cinco años, para ser reemplazado por un gobierno provisional de cara a las elecciones generales previstas en enero.

Musharraf había nombrado antes al actual presidente del Senado, Mohammedmian Soomro, de 57 años, como primer ministro interino de ese gobierno de

transición. Soomro es un antiguo banquero y miembro del partido presidencial, la Liga Musulmana de Pakistán-Q (PML-Q).

La oposición, pese a estar amordazada por el estado de excepción, saca las uñas y tiende a unirse, cuando hasta ahora había estado fuertemente dividida. Así, se vislumbra una alianza entre los dos ex primeros ministros rivales de los años 90, Benazir Bhutto y Nawaz Sharif, algo que parecía inconcebible hace algunos días. Los dos líderes de la oposición hablaron por teléfono el miércoles y están dispuestos a dejar de lado sus diferencias para llevar a cabo un "combate común" para obligar a Musharraf a dimitir, indicó Raja Zafar-ul Haq, presidente de la Liga Musulmana de Pakistán (PML) de Nawaz Sharif.

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