El vicepresidente electo Julio Cobos se enteró de la conformación del nuevo gabinete vía telefónica y sólo dos horas antes de que Alberto Fernández lo anuncie públicamente a través de los medios.

Con este gesto, queda en claro cual será la verdadera participación de los socios de la Concertación en el futuro gobierno de Cristina Kirchner. Los radicales K quedaron al margen de las definiciones de los ministros y con ello se les fue el poco poder que soñaron tener en algún momento de euforia.

Gerardo Morales, titular de la UCR, no dejó pasar esta oportunidad y convocó a una reunión nacional de su partido para aplicar sanciones sobre los vapuleados "traidores".

Lo patético para los radicales K llegó al final de la jornada de ayer. Alberto Fernández intentó aclarar a los medios el inconsulto accionar del gobierno, y, ante la pregunta de un periodista sobre si había posibilidades de que los radicales oficialistas puedan contar con alguna secretaría de Estado, el funcionario contestó: "Hay que ver. Ellos tienen al vicepresidente de la república (en alusión al electo mendocino Julio Cobos), que nacionalmente tiene un rol muy importante que es ser el jefe del Senado".

Todo dicho. (R.C.)