EL BOLSÓN (AEB).- Un error de formas en el procedimiento para ordenar una prueba dejó a un paso de la nulidad al juicio contra un habitante de El Bolsón acusado de transportar 80 tizas de cocaína de máxima pureza en el equipaje de mano, al ser detenido en un control habitual de Gendarmería en el puesto Río Villegas.
El debate oral y público se realizó ayer en el casino de suboficiales de Gendarmería ante el Tribunal oral federal en lo Criminal de Roca, integrado por Mario Márquez, Oscar Albrieu y Norberto Ferrando, asistidos por la secretaria Stella Maris de Bonfiglio.
Adrián José Montenegro está imputado de tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte por el hecho acontecido el 21 de febrero pasado. El hombre y su hijo de pocos años fueron obligados a bajar del colectivo Vía TAC de larga distancia al comprobarse que no tenían documentos, situación llamativa porque Montenegro dijo venir desde Buenos Aires con el menor en esas condiciones. Descendieron con sendas mochilas pero en el portaequipajes, arriba de las dos butacas, quedó una tercera más pequeña de la que nadie del pasaje se hizo cargo. Una vez secuestrada se comprobó que llevaba un termo de acero con 60 tizas de droga y otras 20 en una bolsa, el equivalente a 1.590 dosis.
Iniciada la causa y en la etapa de instrucción, el juez subrogante ordenó revelar el rollo de fotos de la cámara que Montenegro llevaba entre sus pertenencias. Una de las imágenes mostró al niño, en la terminal de Bariloche, junto a las tres mochilas prolijamente apiladas, lo que a criterio del fiscal Marcelo Grosso probó sin lugar a duda que la droga era trasladada por el acusado. En consecuencia consideró que Montenegro es penalmente responsable del transporte de estupefacientes y pidió cuatro años y tres meses de prisión, más las costas y 250 pesos de multa. El obrar acompañado del hijo menor fue evaluado como un agravante.
El defensor oficial Eduardo Zamboni, atacó desde el principio la validez de la prueba de la foto porque el juez instructor ordenó revelar el rollo sin dar argumento alguno de por qué lo solicitaba. En razón de ello pidió la nulidad absoluta de la diligencia y su separación de la causa como elemento probatorio. Abundó además en que el juez violó la intimidad del acusado porque el contenido del rollo puede equipararse a la correspondencia. Añadió por último, ya en el alegato, que de considerarse acreditado que la droga la llevaba el acusado, el delito de traslado no fue consumado porque no alcanzó a llegar con el envío hasta el lugar de destino, El Bolsón, porque fue detenido por Gendarmería a mitad de camino. Solicitó la absolución de su defendido y en caso de culpabilidad, pena menor a tres años, lo que equivaldría a prisión en suspenso, para que pueda el acusado hacerse cargo de su hijo pues la madre, aparentemente, lo habría abandonado.
La sentencia y la resolución acerca de la nulidad planteada se conocerán el 22 del corriente a las 12,30 en los Tribunales Federales de Roca.
