El ciclón Sidr azotó la costa de Bangladesh el viernes matando a por lo menos 1.100 personas, arrasando casas y forzando el desalojo de unos 650.000 habitantes, informó la agencia Noticias Unidas de Bangladesh.
Inicialmente, el gobierno estimó que el ciclón mató a 242 personas. Pero la agencia noticiosa, que tiene reporteros en toda la región, ofreció una cifra más alta, indicando que efectuó su propio conteo de víctimas en cada uno de los distritos afectados.
El gobierno ha admitido problemas para contabilizar las víctimas. El centro de control de desastres de Dacca, la capital, intenta recoger información pero se le hace difícil debido a que las líneas de electricidad y telefónicas están caídas. Dalil Uddin, funcionario del ministerio de Administración de Desastres, había admitido antes que la cifra oficial de muertos seguramente aumentaría.
El ciclón llegó con vientos de 240 kilómetros por hora (140 millas por hora), pero luego enfiló tierra adentro y perdió potencia. Había castigado la costa suroccidental del país la noche del jueves con precipitaciones intensas y oleajes fuertes, dijo el Departamento Meteorológico.
La mayoría de las personas murió por la caída de objetos, de acuerdo con Nahid Sultana, funcionario de la oficina de control de ciclones en la capital, Dacca. Las precipitaciones y los vendavales provocaron marejadas de 1,2 metros de alto (4 pies) que inundaron las áreas bajas y algunas islas, expresó Sultana.
Las áreas más afectadas eran las comunidades del sur de Bangladesh, donde la mayor parte de las víctimas murió al caer árboles o escombros. Otras personas se ahogaron en el mar al volcar sus embarcaciones, dijo.
Las cuadrillas de emergencia intentaban llevar ayuda a las áreas devastadas por la tormenta. Sidr se debilitó y se convirtió en una tormenta tropical al desplazarse hacia el noreste, con vientos de 60 kph (37 mph).
El ciclón derribó miles de casas precarias, arrancó árboles, tiró al suelo postes de electricidad y teléfono, y destruyó plantaciones agrícolas y criaderos de peces en 15 distritos costeros, dijeron funcionarios del gobierno y testigos.
Los equipos del gobierno procuraban también entregar alimentos y medicinas, dijo Hasanul Amin, del programa de preparativos para ciclones. Amin, sin embargo, indicó que las cuadrillas tenían dificultades para evaluar la magnitud del desastre porque los cables de teléfono y electricidad se habían caído y los servicios no funcionaban en muchas áreas.
Fuente: AP
