Jueves 15 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 39 > Policiales y Judiciales
Va a juicio un caso de prostitución de menores
Están acusados los responsables del cabaret Drake. De la pesquisa participaron policías infiltrados.

NEUQUÉN (AN)- El dueño y los encargados de un cabaret en el que había tres menores de edad ejerciendo la prostitución deberán afrontar el juicio oral en su contra. En las próximas horas el juez Marcelo Muñoz declarará cerrada la investigación y elevará el expediente para que le fijen fecha al debate.

Casi en simultáneo el juez Muñoz definirá la situación de otros tres detenidos, responsables de otros locales en los que había chicas menores de 18 años prostituyéndose. Por lo menos a uno de ellos le dictará prisión preventiva.

Estas dos causas penales son muy parecidas: se trata de lugares nocturnos, en los que había menores que prestaban servicios sexuales a clientes, y sus dueños utilizaron argumentos similares para desligarse de la acusación: dijeron que no sabían que las chicas aún no tenían 18 años (ver aparte).

Las acusaciones son idénticas: promoción y facilitación de la prostitución de menores, que se castiga con un mínimo de 4 años de prisión y un máximo de diez. Según el Código Penal, no importa que las chicas hayan consentido esa situación. Así sería el caso de estas menores: según fuentes con acceso a los expedientes, algunas habrían expresado que estaban en los prostíbulos por su voluntad.

La causa que está a punto de ir a juicio oral es la conocida como "cabaret Drake", por el local nocturno de calle Alaska y ruta 22. Allí fueron detenidos el 2 de junio pasado Dante Neira, Susana Jaramillo y Héctor González, quienes están presos desde entonces. En el local se prostituían dos hermanas de 15 y 16 años y otra adolescente de 15.

La investigación comenzó por un llamado anónimo al 102, el teléfono del Servicio Social del hospital Castro Rendón, dando cuenta sobre la presencia de las chicas que además estaban desnutridas.

La investigación incluyó seguimientos, filmaciones, y dos policías que se infiltraron en el local como clientes. Uno de ellos logró hablar con una de las menores y según consta en el expediente, la chica le dijo: "cobro 100 pesos la hora, durante ese tiempo te hago y te doy lo que quieras menos la cola". Para poder mantener relaciones con ellas, antes había que consumir tragos en la barra del Drake. Luego podían ir a un hotel alojamiento ubicado en las inmediaciones donde la habitación más barata costaría 50 pesos.

Los efectivos llegaron a un acuerdo con dos de las chicas, les pagaron, salieron del cabaret y cuando se dirigían hacia el hotel por horas fueron interceptados por el operativo policial montado afuera bajo las órdenes de la fiscal Sandra González Taboada.

La exposición de este caso dejó al descubierto que nadie controla la actividad dentro de esta clase de locales. De acuerdo con un relevamiento que hizo "Río Negro" en junio, ni la municipalidad ni la policía se preocupan por lo que sucede puertas adentro de los prostíbulos.

Quizá por eso, cinco meses después del "caso Drake" se descubrió otro lugar donde había chicas menores de 18 años ejerciendo la prostitución.

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