Jueves 15 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 40 > Policiales y Judiciales
Caso Peralta: "Soy inocente, todo fue un invento de la Policía"

BUENOS AIRES (DyN).- Juan Carlos Rotella, señalado como el jefe de la banda que secuestró y asesinó a Diego Peralta, negó ayer los cargos que se le achacan, culpó a la policía y rechazó las contradicciones que se le marcaron, durante la indagatoria que prestó ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.

Durante cuatro horas, Rotella se dedicó a tratar de convencer a los jueces de que las pruebas en su contra fueron "un invento de la policía" y de que era inocente.

También aseguró que Peralta nunca estuvo en su casa y que sólo quemó basura y no la ropa ensangrentada del adolescente secuestrado y asesinado en el año 2002. Incluso, el imputado quiso culpar a Marcelo "Chelo" Cejas, el "arrepentido" que también está sentando en el banquillo y que había declarado en su contra.

Cejas había dicho el lunes que Rotella era el cabecilla, que se enojaron cuando veían que el padre de Diego Peralta no pagaba el rescate y que decidieron matar al chico porque "total no perdían nada", señaló.

Según Cejas, Rotella se llevó a Peralta, de 17 años, hasta una tosquera de Ezpeleta, donde lo apuñalaron diez veces y lo dejaron abandonado. Al volver -contó Cejas-, tenía la cara "manchada de sangre" y se puso a fumar marihuana con sus compañeros.

Fue por eso que Rotella le advirtió al tribunal que Cejas era "un gil" e incluso les explicó a los jueces qué se debía interpretar por esa expresión en el lenguaje carcelario. Es que, apenas se sentó frente a los jueces, Rotella les dijo a miembros del tribunal que él iba a hablar como "tumbero" y que, si querían, él podía "traducir" su lenguaje pero no iba a dejar de usarlo.

"Gil es el que quier aparentar como ladrón pero no lo es", dijo luego de referirse a Cejas. Y añadió que llegó a

esa conclusión porque -señaló- Cejas "andaba en un auto 'plan caído'", es decir aquellos que se sacan "con un crédito pero no se pagan".

Cuando, con ironía, el presidente del tribunal Carlos Rozansky le refirió que, según la causa, él mismo también usaba el auto de Cejas, Rotella respondió: "Sí, pero en pocas oportunidades, porque no quería ser gil".

El tribunal también le hizo saber que no sólo la declaración de Cejas lo comprometía y pasó a leerle las otras pruebas que obran en el expediente. Rotella dijo que no las entendía y cuando el tribunal le ofreció reunirse con su defensora oficial para que se las explicara, el imputado se negó a frenar la declaración y dijo que quería seguir adelante.

Uno de los puntos que Rotella quiso usar para demostrar que el chico nunca estuvo en su casa fue decir que Cejas había mentido diciendo que en su vivienda no había luz eléctrica. Aseguró que él ya contaba con ese servicio desde julio de 2002 y que así podía verse la mentira de Cejas.

Pero su versión perdió efecto cuando los certificados de la causa demostraron que recién tuvo servicio eléctrico en setiembre, es decir cuando Peralta ya había sido asesinado.

Además, Rotella aseguró que nunca quemó la ropa ensangrentada de Peralta.

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