La policía paquistaní detuvo ayer al legendario astro del cricket y máxima estrella deportiva del país, Imran Khan y lo acusó de terrorismo, luego de reaparecer de la clandestinidad y de sumarse a una protesta estudiantil contra el estado de sitio, vigente hace once días.

El presidente Pervez Musharraf declaró, en tanto, que espera poder renunciar como comandante militar para fines de noviembre y gobernar como civil, pero que no aceptará presiones para dejar la presidencia porque ello, según dijo, hundiría al país en el caos.

La detención del deportista devenido líder opositor -que es para Pakistán más o menos lo que Diego Maradona es para Argentina- ocurrió mientras los otros grandes referentes de la oposición paquistaní iniciaron contactos para forjar un frente común contra el régimen del general Musharraf.

Un día antes de culminar su mandato, de la disolución del Parlamento y de tener que nombrar a un gobierno de transición hasta las elecciones legislativas de enero, Musharraf se defendió de los cuestionamientos por su decisión de decretar el estado de sitio. "No soy un dictador, quiero la democracia. Renunciaré el día que ya no domine la agitación en Pakistán", dijo a la cadena británica Sender Sky News el general, que llegó al poder con un golpe de Estado en 1999 y cuya reciente decisión de suspender la Constitución generó severas críticas internas y externas.

En la entrevista, el presidente y militar reiteró que espera pasar a retiro este mes y comenzar su tercer mandato como civil, luego de que la nueva Corte Suprema designada por él la semana pasada apruebe -como se espera- la validez de su amplio triunfo en elecciones presidenciales celebradas el 6 de octubre último.

En tanto, desde la casa donde cumple arresto domiciliario desde el lunes, la principal líder de la oposición, la ex primera ministra Benazir Bhutto, dijo que llamará por teléfono a otro ex premier, Nawaz Sharif, para formar una alianza anti-Musharraf entre sus partidos, que son dos de los más grandes de Pakistán. "La meta será formar un frente común, formular una estrategia común para salvar la democracia", dijo Bhutto a la CNN.

La ex premier habló ya con otros nueve líderes opositores en los últimos dos días, dijo por su parte uno de sus asesores. Uno de ellos fue la ex estrella de cricket Khan, detenido ayer.

En su primera aparición pública desde que logró sortear su detención, la semana pasada, el deportista se mostró en una protesta contra Musharraf en el campus de la Universidad de Lahore, en el este del país. En medio de escenas caóticas, Khan fue subido a los hombros de manifestantes, pero rápidamente fue arrebatado por un numerosos grupo de personas -aparentemente policías de civil- y llevado a un edificio contiguo. Más tarde fue metido a empujones en un camión blanco y entregado a la policía.

En este clima de incertidumbre e inestabilidad en la potencia nuclear, al menos 33 militantes pro talibanes y dos militares murieron en unos enfrentamientos en el noroeste del país, informó el ejército. (Télam/DPA/AFP)