El viernes y el sábado a la noche, en Casa de la Cultura, doce artistas de la Patagonia desplegaron la magia de la primera producción teatral musical integralmente realizada en la zona.

La impecable puesta en escena de la obra fue el resultado de los dos años de trabajo de los integrantes del proyecto y de los nuevos actores que se sumaron.

Las coreografías y el vestuario acompañaron cada uno de los momentos de una historia de amor trágica donde las ambiciones, la pasión por el ascenso social y profesional, prevalecen y superan los valores morales y éticos de cualquier persona. Las distintas situaciones de entrega total que protagoniza el personaje principal, Juanjo (Ricardo Peinado), a causa del amor que siente por Maia (Gladys Aristimuño), movilizan los sentimientos de cualquier espectador.

Maia representa la búsqueda de una cantante que espera que en algún lugar reconozcan su talento y en medio de una depresión, pacta hasta lo más importante que tiene en la vida con el objetivo de triunfar en los grandes escenarios.

Lo dramático, lo conflictivo de la obra, lo personifica Gladys Aristimuño. Es la persona que intenta ascender profesionalmente y arriesga todo, hasta la relación que tiene con Juanjo. Este personaje vive la realidad que padece su pareja y se propone arriesgar todo a cambio de que ella logre cumplir sus sueños.

La obra fue compuesta originalmente por el dramaturgo Juan Raúl Rithner y ha tenido diferentes adaptaciones acordes a la historia y a sus personajes.

Uno de los ejes que se desarrolla en el transcurso de la puesta en escena es la identidad de la región. Desde las sombras una voz habla sobre el camino que puede seguir la artista y la dirige hacia Paso Cordoba, donde hace referencia al pacto con la Salamanca. Esta palabra que representa la vigencia de los saberes empíricos y el material mítico del imaginario popular norpatagónico.

En este caso, uno de los que más pacta es Marcio Chinetti, quien no sólo es el director de la obra: además, es montajista, encargado de la dirección de los actores, del diseño, de la puesta escenográfica e interpreta uno de los personajes de la historia.

Alba Stucchi representa uno de los personajes que potencia la actitud de Maia. Ella fortalece las conexiones del pacto y, como en toda relación de ambición, traiciona.

Con una voz apabullante, una de las revelaciones es la actuación de Karina Acosta, quien desarrolla el papel de un superpersonaje que relata y personifica la identidad.

Paola Pell, Claudia Roldán y Patricio Seguel son aquellos personajes secundarios que nacen en el transcurso de la vida de Maia, mientras atraviesa distintas etapas en busca del éxito profesional.

La voz en off de "Dos almas para un favor" pertenece a Luisa Calcumil. La música y los arreglos instrumentales pertenecen a Fernando Carmona. El excelente vestuario está a cargo de Karina Romero. La asistencia general es de Mariano Herrera y Roberto Limonao.

La tragedia que sentencia la historia de "Pacto por un blues" confirma la famosa cita de Santa Teresa, que Truman Capote tomó para "Plegarias atendidas", su inconcluso y ambicioso último proyecto: "Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por las no atendidas"... y más cuando el contrato es con el diablo.

ALEJANDRA DÍAZ