La presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, eligió a un joven que maneja hoy el Banco Provincia de Buenos Aires para que ocupe el Ministerio de Economía y dio una nueva muestra de continuidad al ratificar en el cargo a 7 de los 11 ministros del Gabinete de su esposo.
Sorprendió la rapidez del anuncio. Pero se tomó la decisión para cortar las internas y la guerra de lobbies, de diversos sectores, para instalar ministros.
De Vido, un hombre clave para el poder, ya que maneja negocios sensibles y garantiza el engrosamiento de la caja, seguirá al frente del ministerio de Planificación. La mayoría de los casos de corrupción (sobreprecios en gasoductos, obra pública y subsidios) que salpican al gobierno tienen que ver con ese área. De allí que la permanencia de De Vido le otorgue una connotación especial a la palabra continuidad que busca instalar la Rosada.
El anuncio de quienes acompañarán a la presidenta electa fue realizado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la principal espada política del Gobierno, que seguirá en funciones al igual que el canciller Jorge Taiana y el mencionado De Vido.
La todavía primera dama enviará un proyecto de ley para crear el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Científica, que será ocupado por Lino Barañao, además de modificar la estructura de otras carteras públicas.
"La señora presidente ha considerado oportuno dividir el Ministerio de Educación y crear el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva", dijo Alberto Fernández en una conferencia de prensa.
En su nuevo diseño del Gabinete, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos abarcará además el área de Seguridad, que hasta ahora está bajo la órbita del Ministerio de Interior.
Argentina está cerrando su quinto año consecutivo de fuerte crecimiento económico y Cristina se encargó de aclarar durante su campaña que mantendrá el rumbo trazado por su marido, de fuerte sesgo industrialista, un tipo de cambio competitivo y superávit fiscal y comercial.
Fuertes desafíos
Lousteau, de 36 años, reemplazará a Miguel Peirano, quien recientemente mantuvo entredichos con el polémico secretario de Comercio Guillermo Moreno a raíz de su polémica intervención en el ente estatal de estadísticas, donde llueven las denuncias por manipulación de los datos de inflación.
El joven ministro de aspecto aniñado y melena enrulada podría tener que lidiar con la figura de Kirchner, quien no tendrá cargos formales, pero hará sentir su influencia en los grandes temas, especialmente de la economía, que manejó personalmente durante su gestión.
Kirchner terminó en Argentina con la era de los llamados "superministros" de Economía -que había llegado a su cúspide con Domingo Cavallo- cuando echó a Roberto Lavagna en el 2005 luego de que piloteara una gigantesca reestructuración de la deuda, y él mismo tomó las riendas del área.
En el mercado bursátil y de bonos, la reacción al anuncio fue positiva porque, según operadores, se despejaron la incertidumbre y las especulaciones en torno a los eventuales nombres que acompañarían a Fernández.
A Lousteau lo esperan grandes desafíos, como el control de una inflación creciente, el desprestigio del INDEC, la renegociación de una deuda de 6.300 millones de dólares con el Club de París, y la conservación del abultado superávit actual en las cuentas públicas.
El panorama para De Vido en Planificación y Taiana en cancillería tampoco luce sencillo.
De Vido está encargado de llevar adelante la potencialmente conflictiva relación con Venezuela, un estrecho aliado durante el gobierno de Kirchner, y el manejo de una escasez de energía que ya golpeó a la industria en invierno.
Taiana, por su parte, deberá seguir afrontando la crisis diplomática y ambiental que se desató con Uruguay tras la instalación de una polémica planta de celulosa en ese país.
Los otros ministros confirmados fueron Alicia Kirchner -hermana del actual presidente- en la cartera de Desarrollo Social; Carlos Tomada en la de Trabajo; y Nilda Garré en Defensa. Aníbal Fernández, quien se desempeña como ministro del Interior, pasará a Justicia.
El cuadro de asesores se completa con Juan Carlos Tedesco en Educación, Graciela Ocaña en Salud, Florencio Randazzo en Interior, y la continuidad de Carlos Zannini y Oscar Parrilli -dos hombres muy cercanos a Kirchner- en la secretaría Legal y Técnica y en la General de la Presidencia. (DyN y R. Central)
