Los cerrajeros de la región están de festejo, hoy celebran nada menos que su día, en medio de reconocimientos a uno de los oficios más nobles y llenos de secretos.

Se estima que en la región, al menos entre los que están registrados, hay más de 70 profesionales, con el grueso asentado en la capital neuquina, pero con importantes referentes en el rubro también en otras localidades de las provincias de Río Negro y Neuquén.

Claro, desde las viejas cerraduras y llaves a la moderna tecnología que se utiliza en este abrir y cerrar de puertas, hay un abismo, aunque nada perdió vigencia cuando en las ciudades conviven las antigüedades con la modernidad. Un cerrajero hoy debe estar preparado para todo, lo admiten los mismos profesionales que entienden que si no se modernizan no hay modo de estar en las obras más nuevas, quedan fuera del circuito automotor y todo lo que es innovación deja de incluirlos.

Unos pudieron ingresar en el círculo de los que se modernizan y otros siguen su camino con las viejas máquinas y esmeriles, aunque ambos siguen siendo vitales para la gente.

Un conocido cerrajero de Roca dijo que "saber más implica más trabajo, pero nece

sariamente va de la mano de la tecnología, así que no sólo hay que saber más, sino también tener con qué hacerlo. De todos modos, a pesar del dinamismo del sector, hay trabajo para todos, no hay cerrajero que no tenga tarea".

Otro cerrajero consultado dijo que "en determinadas horas somos una especie de médicos de urgencia, aunque no esté la vida de alguien en nuestras manos, pero sí está su seguridad y nada más ni nada menos que la posibilidad de entrar o salir de su casa".

A la hora de pagar

Eso sí, coinciden en que "a la hora de pagar siempre la gente se queja, porque juzga por el tiempo de trabajo y no por los conocimientos que nos lleva años incorporar".

Siguen en marcha los planes de organizar a todos los cerrajeros de la región, como están agrupados otros profesionales, para tener su propia organización, conseguir beneficios y defender la actividad.