SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Con rostros demacrados y cuerpos molidos por la incomodidad y el frío sufridos a lo largo de más de 24 horas a la intemperie, decenas de padres inscribieron ayer a sus hijos en las salas de cuatro años de los jardines de la ciudad.

A las seis de la mañana del domingo, el primer padre se instaló frente a la Supervisión local. Pocas horas después, otros padres lo imitaron y ya para la tarde de ese día había una treintena dispuesta a pasar la noche. La motivación era conseguir vacantes en los turnos y jardines más cercanos a sus hogares.

Según se había informado, existirían espacios suficientes para todos los interesados, aunque habría dificultades para inscribirlos en los establecimientos y horarios que cada familia pretendía. Por eso la larga cola alcanzó a la medianoche las setenta personas que, con reposeras, frazadas y mate intentaron sortear el intenso frío nocturno. Desde la Supervisión de Nivel Inicial se había comunicado que la inscripción "sería por estricto orden de llegada", a diferencia de años anteriores que se hizo por sorteo, lo que motivó la larga espera.