Martes 13 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 07 > Regionales
Los dos bandos de la UOCRA a punto de chocar
A cinco días del enfrentamiento a balazos ayer hubo tensión en la sede gremial. Es muy fuerte la disputa por la conducción. El oficialismo quiso retomar el poder.

NEUQUÉN (AN).- Estuvieron frente a frente, a 10 metros de distancia, y de casualidad no terminó en un nuevo estallido de violencia.

Ayer, los dos sectores que se disputan la conducción de la UOCRA, se amenazaron y se prometieron palizas salvajes, que finalmente quedaron en la nada por la mediación de la Policía.

Los que responden al secretario general Julio Ojeda, trataron de retomar la organización sindical y el control del edificio, y la oposición, amedrentada a tiros la semana pasada, fue para impedirlo.

Luego de 40 minutos en los que estuvo latente la posibilidad de una nueva batahola, la policía logró disuadir a los dos bandos para impedir un ajuste de cuentas violento. Extrañamente, la calle Ministro González no estuvo obstaculizada para que pudieran llegar hasta allí.

Parte de los 200 manifestantes portaban gomeras, piedras y palos. Los exhibieron de forma desafiante junto al edificio gremial, ubicado a cuatro cuadras del centro.

La oposición, encabezada por el dirigente Víctor Alanes, exigió ayer la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación para lograr la resolución del conflicto.

También reclamó públicamente el respaldo al resto del arco gremial de la provincia.

Se trata de una mayoría de sindicatos opositores al gobierno provincial. Fue un mensaje directo al oficialismo de la UOCRA, íntimamente vinculado al gobierno de Jorge Sobisch y a su fallido intento presidencial.

José Pineda, secretario de Ojeda, quiso asumir al frente del sindicato, en reemplazo del líder gremial que está internado luego de quebrarse los dos tobillos pues saltó del primer piso para "evitar" que lo linchen, según admitió.

Por la mañana, los abogados que representan a la actual conducción pidieron a la Justicia la devolución del edificio, que está clausurado desde los incidentes del miércoles pasado.

En diálogo con "Río Negro", el juez Marcelo Benavides confirmó que se tomará un tiempo para determinar si accede al pedido o no.

"Es necesario que se calme un poco más la situación para decidir sobre eso", afirmó.

Desde la oposición, Alanes trató de "asesinos y matones" al grupo que busca quedarse al frente de la organización. Y propuso una asamblea de delegados para que "sean los trabajadores los que decidan quiénes son las autoridades".

Al ser consultado sobre esa posibilidad, Pineda sustuvo que "la mayoría de los delegados la tenemos nosotros", algo que también asegura Alanes.

El dirigente, no obstante, trajo a colación el estatuto que "dice que el adjunto tiene que dirigir el gremio en ausencia del secretario general", recordó.

Pineda y otros 38 gremialistas estuvieron arrestados por 24 horas, y fueron liberados porque no había pruebas que indicaran que habían disparado el día del encontronazo

En el operativo se incautaron cuatro armas, una en posesión de Celso Queupán, secretario de prensa de Ojeda, el único que quedó detenido.

La tensión de ayer duró cerca de una hora. El edificio estuvo vallado, y adentro había unos 20 efectivos de los grupos especiales de la policía, dispuestos a entrar en acción. El jefe del Departamento de Seguridad, Mario Rinzafri, logró que los dos sectores accedieran a irse del edificio.

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