Martes 13 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
"Lo mataron con alevosía y ensañamiento"
Lo expresó el juez al dictar el procesamiento con prisión preventiva de los dos detenidos por el crimen del joven mendocino. Los defensores están en desacuerdo con esa calificación. Uno de ellos ya anticipó que apelará. El delito que les imputa el juez tiene como pena reclusión perpetua. La autopsia reveló que Becerra fue quemado cuando aún estaba agonizando.

NEUQUÉN (AN).- El juez Juan José Gago procesó ayer con prisión preventiva a dos de los jóvenes acusados por el crimen Diego Becerra. Les imputó un gravísimo delito: "homicidio criminis causae doblemente agravado, por haberlo cometido con alevosía y ensañamiento y con la participación de un menor". La pena prevista es reclusión perpetua.

El procesamiento fue contra Lino Manuel Rodríguez (22), en carácter de autor y Nicolás Orlando Saso (18), como partícipe necesario. También les dictaron un embargo de bienes por 150 mil pesos. La situación del menor de edad involucrado en el crimen se tramita en la justicia de Menores.

Los abogados defensores de los imputados expresaron ayer su desacuerdo con la resolución judicial. Carlos Vaccaro (de Rodríguez) anticipó a "Río Negro" que apelará la calificación legal. Dijo que en su opinión no corresponde el agravante de la participación de un menor, y tampoco de la alevosía. "Se produce cuando el autor aprovecha el estado de desventaja de la víctima, y en este caso la víctima le cortó la cara con un cuchillo a mi cliente", señaló.

En cuanto a la participación del menor, señaló que "este no es el caso del adulto que se aprovecha del menor y lo manda a cometer el delito para eludir su responsabilidad".

Por su parte Juan Carlos Ríos Iñíguez, defensor de Saso, señaló que aún no de

cidió si apelará aunque también expresó su discrepancia con la calificación legal. "Le han querido dar el agravante de la alevosía con el que no estoy de acuerdo", dijo.

Respecto de la situación de Saso indicó que "no fue un partícipe, a lo sumo se le puede reprochar un encubrimiento". Aclaró que en esta etapa "el juez no necesita certeza, elabora una teoría" que se debatirá en el juicio oral.

 

Roles distintos

 

En efecto, para el juez Gago ambos detenidos tuvieron roles distintos en el crimen. Al dictar las prisiones preventivas consideró probado que Rodríguez conocía a la víctima porque era compañero de trabajo, y fue quien la atacó en su casa desde atrás. Lo ahorcó con el brazo hasta hacerlo desvanecer. Con la ayuda del menor, subieron el cuerpo al Fiat Uno de la víctima y fueron a buscar a Saso. Desde allí, se dirigieron al descampado de Planicie Banderita, donde Rodríguez mató al joven asfixiándolo con un cable y haciendo un torniquete con un palo.

Luego lo quemaron, según el forense cuando aún estaba vivo (ver aparte). Y por último incendiaron el auto en la zona del Hipódromo.

El móvil fue apoderarse de 12.000 pesos que Becerra tenía depositados en el banco, producto de una indemnización que había cobrado.

Los hechos ocurrieron la noche del 20 de octubre y fueron descubiertos cuatro días después por el trabajo del juzgado, la fiscalía que comanda Sandra González Taboada y el departamento Homicidios de la Policía.

Al sentirse cercado uno de los sospechosos se quebró y marcó el lugar donde habían ocultado el cuerpo, en la desolada planicie Banderita.

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