MOSCÚ.- Las autoridades rusas lanzaron ayer una operación de rescate en el norte del Mar Negro para salvar a los más de 20 marineros desaparecidos y contener los daños ambientales, tras la tormenta que hundió el domingo a cuatro barcos, que derramaron más de mil toneladas de fuel oil y donde murieron tres personas.
Los tres cadáveres fueron hallados en tierra cerca de Tuzla Spit, una pequeña zona que se adentra en la costa rusa hacia la Crimea ucraniana, dijo la agencia de noticias rusa Interfax.
"Una patrulla fronteriza descubrió a tres personas con chalecos salvavidas varadas en la costa cerca de Tuzla Spit. Podrían haber sido miembros de la tripulación del carguero Nakhichevan que se hundió en el puerto de Kavkaz," dijo un portavoz citado por Interfax.
La misma agencia consignó que más de 30.000 aves murieron tras los accidentes marítimos, por los cuales se vertieron en el agua fuel y azufre.
"El daño es tan grande que ni siquiera puede medirse. Equivale a una catástrofe ecológica", dijo Alexander Tkachov, el gobernador de la región afectada, Krasnodar, a la agencia rusa.
Mientras, varios helicópteros y barcos de salvamento proseguían la búsqueda de los otros cinco tripulantes del barco que transportaba azufre y de las otras cuatro embarcaciones que naufragaron en el mar Negro y del mar de Azov, tres de ellos con sulfuro y otro con restos de metal.
Viktor Beltsov, portavoz del Ministerio de Emergencias ruso, dijo que otros seis barcos habían encallado, aunque no llevaban petróleo. Agregó que 165 equipos de rescate habían salvado ya a 35 tripulantes y estaban buscando a los marineros desaparecidos.
El temporal -que hasta ayer no había cesado- impedía la limpieza de unas 1.300 toneladas de combustible derramadas.
La mancha de fuel vertida por el petrolero ruso "Volga-neft" ya alcanzó la costa rusa en el estrecho de Kerch, que separa los mares Negro y Azov, informaron las autoridades portuarias rusas.
Las autoridades dijeron que debido a las frías temperaturas, el combustible podría hundirse en el fondo del mar en lugar de flotar en la superficie, haciendo más difícil su localización y dispersión. En ese sentido, el subdirector del Servicio Federal de Protección de la Naturaleza de Rusia, Oleg Mitvol, manifestó que "los trabajos para restablecer el estado ecológico del estrecho llevarán meses".
Aunque la tormenta ha amainado y la fuerza del viento se redujo hasta los 4 metros por segundo, las autoridades aconsejaron que los barcos de la zona permanezcan en tierra. Las autoridades rusas dijeron que se había advertido en contra de la navegación en la zona bastante antes de la fuerte tormenta, pero aparentemente algunos capitanes optaron por ignorar el alerta y salir al mar.
La Fiscalía General del Estado rusa inició una investigación sobre el siniestro.
El accidente ocurre a poco de cumplirse cinco años de un desastre similar: fue en noviembre de 2002, frente a la costa norte española, cuando el buque Prestige derramó 64.000 toneladas de combustible, lo que causó daños severos en las playas de España, Francia y Portugal.
(Télam / DPA)