El gobierno consiguió anoche, a través de múltiples gestiones, desactivar el paro que habían amenazado realizar los gremios del transporte en repudio a la represión policial durante los incidentes frente a la Legislatura porteña.
Las gestiones estuvieron a cargo del propio presidente Néstor Kirchner quien se comunicó telefónicamente con el titular de la CGT, Hugo Moyano. Previamente, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había mantenido una larga charla con Moyano y le había expresado el malestar presidencial por la decisión de impulsar una medida de fuerza de ese tipo que incluía a gremios como los portuarios, ferroviarios y a los trabajadores del subte, que son ajenos a la ley que rechazan los taxistas, los camioneros y los colectiveros.
Cuando se desarrollaban los incidentes, Kirchner se encontraba en la residencia de Olivos y fue informado de los detalles por el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Al dar a conocer el saldo de heridos y detenidos, el titular de la cartera política informó también que se había decidido sancionar al efectivo de la policía federal que propinó tres palazos a un manifestante cuando se encontraba en el suelo.
Apenas llegó a la Casa de Gobierno, poco antes de las 17.30, el presidente se reunió con el jefe de Gabinete, con el titular de Interior y con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, para analizar los pasos a seguir a fin de detener la medida de fuerza.
Desde allí, Alberto Fernández llamó a Moyano y un poco más tarde fue el propio Kirchner quien conversó con el titular de la CGT . Minutos después, el secretario general del gremio de los taxis, Omar Viviani, anunciaba que se levantaba el paro. (DyN)
