CENTENARIO (AN)- La policía realizó ayer una inspección ocular en el puesto de Servando Espíndola, el hombre que hace diez días encontró la mochila del joven José Ignacio Tissera y que el domingo a la noche fue golpeado por un desconocido.
En tanto Robustiano Tissera, padre del joven desaparecido desde el 10 de octubre, consideró "una barbaridad lo que le han hecho" al puestero, porque "golpeándolo no ganamos nada, se va a encerrar en sí mismo y no va a contar más nada". Su presunción es que lo golpeó la Policía, con la cual no ha tenido buena relación en lo que lleva la investigación.
Los nuevos ingredientes agregan misterio a un caso de por sí intrincado. José Ignacio, de 17 años, vive con su padre mientras que su madre ocupa una vivienda en el mismo barrio, muy cerca de su casa. Los padres tienen un enfrentamiento familiar y cruzan denuncias entre ellos con la desaparición del joven como telón de fondo.
Según la denuncia de Robustiano, su hijo se fue de la casa mientras él estaba en el hospital. La primera pista apareció 17 días después, cuando el puestero Espíndola encontró en plena meseta una mochila con efectos personales del joven y ropa. Fue el viernes 27 del mes pasado, a metros de una picada que conduce al yacimiento Río Neuquén, a unos doce kilómetros de Centenario.
El domingo pasado, Espíndola fue agredido a trompadas por un desconocido que, según una versión, le gritaba "vos tenés que saber algo más". Ahora el hombre está refugiado en la casa de familiares y no quiere hablar.
En este contexto, personal de la comisaría Quinta de Centenario se constituyó ayer a la tarde en el puesto de Espíndola. "Se trata de una constatación del lugar", explicó en forma escueta el comisario Marcelo Pérez, a cargo de la investigación. Dijo que no identificaron aún al agresor del puestero, pero "estamos trabajando en eso".
Por su parte Robustiano Tissera dijo a "Río Negro" que habló con Espíndola cuando aparecieron las pertenencias de su hijo "y me pareció sincero" aunque se quedó con algunas dudas sobre el tiempo que pasó entre el momento en que observó los elementos y el aviso a la policía. De todos modos, a su criterio las explicaciones del puestero "guardaban cierta lógica".
"Creo que fue mi hijo quien dejó las cosas ahí", respondió ante una consulta. Y no supo responder si el adolescente se llevó otra muda de ropa.