KABUL/BERLÍN/BRUSELAS/NUEVA YORK (DPA).- Al menos 40 personas murieron ayer y más de 120 resultaron heridas durante un ataque suicida con bomba dirigido contra diputados en el norte de Afganistán, en el ataque más sangriento desde la caída de los talibanes en el 2001.
El presidente afgano, Hamid Karzai, denunció el "acto de terrorismo" perpetrado por los "enemigos de Afganistán", afirmó el portavoz presidencial Humayun Hamidzaya.
Entre los muertos, añadió, se encuentran seis diputados del Parlamento que formaban parte de una delegación que inspeccionaba una nueva fábrica de azúcar en la provincia de Baghlan. Hasta el momento nadie asumió la autoría del ataque, aunque los talibán aumentaron la cifra de ataques suicidas en Afganistán de forma drástica en los últimos años.
El Ministerio del Interior confirmó que el ataque fue obra de un suicida con bomba. El viceministro de Comercio, Ziauddin Zia, que se encontraba en el lugar, dijo que una parte de las víctimas mortales eran escolares. Fuentes parlamentarias habían dicho que 13 de los 18 diputados presentes resultaron muertos o heridos y que entre los muertos se encuentra el diputado del opositor partido Frente Unido, Mustafá Kazimi, que encabezaba la delegación de la comisión de Comercio del Parlamento.
Los legisladores visitaban la región para comprobar el progreso económico de la provincia y para acudir a la inauguración de la fábrica, que había sido reconstruida con ayuda alemana para ofrecer a los más de 2.500 agricultores de la región una fuente de ingresos alternativa al cultivo de adormidera.
La seguridad de Baghlan pertenece al comando regional norte de las tropas internacionales de asistencia a la seguridad ISAF dirigidas por la OTAN. Alemania dirige ese comando y en la región también está presente un equipo civil-militar húngaro que se ocupa de labores de reconstrucción.
El ministro alemán del Exterior, Frank-Walter Steinmeier, se mostró impactado por el "ataque cobarde e insidioso". La fábrica de azúcar había sido reconstruida con apoyo alemán. "Está clara la dirección de este ataque terrorista: está destinado a desalentar a aquellos preparados para trabajar por la reconstrucción de Afganistán a fin de mejorar las perspectivas futuras del país", añadió Steinmeier. "No debemos ceder a esto. El pueblo de Afganistán cuenta con que nosotros no lo abandonemos".
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jaap de Hoop Scheffer, condenó en los más duros términos el atentado. "Este ataque, que costó tantas víctimas inocentes, muestra nuevamente el verdadero rostro de nuestros opositores en Afganistán", dijo en Bruselas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, condenó el ataque, expresó sus condolencias a los familiares y su compromiso para continuar trabajando con el gobierno afgano y los aliados de la OTAN para derrotar al terrorismo, indicó la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino. "El ataque terrorista de hoy en Afganistán es un acto vil de cobardía y nos recuerda quién es el enemigo, extremistas con maldad en sus corazones que apuntan contra inocentes musulmanes, hombres, mujeres y niños", dijo Perino.