NEUQUÉN (AN).- El abogado Carlos Marcelo Gamarra cree que es posible que el juez no se haya percatado de lo que firmaba y que haya fijado esos honorarios ignorando qué es la Isla 132 e incluso qué es Cordineu.

No obstante, en el escrito que presentó con Davil y al que accedió "Río Negro", está claro cuál fue su objetivo. Pidieron regulación por las 52 hectáreas con un mínimo del 5,5% sobre el valor total y advirtiendo que cada metro cuadrado vale 60 dólares.

Así, con un valor de la isla establecido en 96.943.200 pesos, de la noche a la mañana los honorarios de Gamarra se elevaron de 2.818 a 5.816.592 pesos mientras que los de su socia y patrocinante saltaron de 4.932 a 2.326.636 ¿Cuanto tardó Medori en modificar su criterio? Apenas 24 horas luego de la apelación, el 19 de marzo la recibió y el 20 todos los miles fueron millones.

Antes, el 8 de marzo, el perito tasador Saldaña había apuntado hacia mayores honorarios, dos días después de la primera regulación. Así se explicaría el vertiginoso fallo de Medori.

¿Si no pensaba cobrar por qué apeló?

Porque eran honorarios muy bajos.

¿No sabía que Cordineu o bien la municipalidad tenía que responder ante la insolvencia de Labrín?

Yo le quería cobrar a Labrín, porque me dio bronca su manera de actuar: le ofrecimos hacerle un baño y una habitación a cambio de que modificara su postura, pero no, él siguió adelante, él y su abogado siguieron.

Gamarra dice que él y su socia nunca pensaron en cobrar ese dinero.

"Me querían fusilar, pero era lo que correspondía de acuerdo al valor del inmueble ¿Qué sé yo? por ahí le ponía un cuadrito y le contaba a todos que una vez me fijaron honorarios por cinco o seis millones, pero nunca pensé en cobrarlos", le aseguró Gamarra a este diario.

¿Quiénes lo querían fusilar? le preguntó este diario.

Todos, todo el mundo, muchos se enteraron y me cargaban por los honorarios.

A las puertas del escándalo, Gamarra y Navil renunciaron ante escribano público a cualquier reclamo de esos honorarios el 20 de abril de este año (un mes después de la regulación millonaria) y Medori volvió sobre sus pasos y modificó su criterio recién el 5 de junio.