Lunes 05 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 20 > Municipales
La concesión también fue un fracaso

 A semejanza de lo que ocurre con el puerto San Carlos, la concesión de la Isla Huemul tiene mas sinsabores que alegrías. El 6 de abril de 1992 el municipio otorgó la concesión “para explotar una excursión turística” a la empresa local Emprendimientos Huemul S.A., presidida por Fabio Balest. Se conceden  17 de las 75 hectáreas, con las ruinas de los laboratorios de Richter, con un contrato a 30 años. Se proyectó invertir 5 millones de pesos.
 En la isla se hicieron varios trabajos y el 8 de diciembre de 1994 comenzaron las excursiones lacustres con la embarcación Don Luis, desde el puerto San Carlos. Se programaron cinco viajes diarios, a precios promocionales.
 A dos años de explotación, la empresa anunció haber transportado 70.000 personas y botó el catamarán “Futaleufú”, con capacidad para trasladar 140 personas. El barco navegaba los 6 kilómetros en 30 minutos.
 Pese a ello, los números no cerraban. El 2 de julio de 1999 Emprendimientos Huemul S.A. se presenta en convocatoria de acreedores. Las excursiones continúan, pero con dificultades. El 22 de febrero de 2001 se rompe por segunda vez el catamarán Futaleufú y 81 personas deben ser evacuadas por Prefectura. Fue el segundo incidente en menos de un mes. A partir de allí se suspendieron las excursiones. El catamarán, que estaba embargado por su fabricante, fue transferido a una empresa de Villa La Angostura.
 En sus cinco años de gestión, tanto Icare como su secretario de gobierno, Adolfo Fourés, bregaron para reactivar el servicio. El 25 de marzo de 2004 el municipio tomó posesión de las instalaciones y constató el deterioro en la infraestructura edilicia por años de abandono y actos de vandalismo. Se creo una comisión que debería “fijar las condiciones para licitar la explotación de los distintos servicios de la isla”.
 El 10 de diciembre de 2005 Icare anunció oficialmente que la excursión a la isla Huemul “saldrá a licitación durante el verano”. Dos días más tarde hubo una falsa alarma por un supuesto fuego en la isla, que era visitada por embarcaciones particulares. Ante el peligro de un incendio forestal se dispuso una guardia activa de Prefectura. Paralelamente, Fourés aseguró que “a partir de enero comenzará a funcionar un servicio turístico precario acordado con la empresa lacustre Incualco y la Escuela de Hotelería”.
 Nada de ello sucedió y la excursión, como puerto San Carlos, permanecen inoperables. El 24 de enero de 2007 el municipio y Parques Nacionales suscribieron un convenio para “poner en marcha acciones conjuntas orientadas al desarrollo turístico sustentable de la isla y promover el tránsito entre ésta y el puerto San Carlos”. Fourés reiteró que la isla comenzará a operar “en breve” y que también se firmaría un nuevo convenio por el puerto San Carlos.
 Cascón parece decidido a revertir la historia de frustraciones y al menos, permitir que nuevos interesados se presenten para explotar el islote.

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