Salvo por los desperfectos en el avión Tango 01 que hacen vivir en lógica zozobra a los desconfiados miembros del binomio presidencial y que los debería obligar de aquí en más, por una cuestión de Estado, a viajar separados, la transición podría convertirse en una de las más tranquilas y ordenadas de la historia.
No hay dramas, como otrora. Vale hacer un poco de memoria. En el período de estabilidad democrática abierto en 1983, el radical Raúl Alfonsín sucedió al general Reynaldo Bignone, portavoz de la sangrienta dictadura militar que embarcó al país en la guerra de Malvinas y, sin éxito, trató de condicionar a los argentinos.
Alfonsín se fue corrido por la hiperinflación. Se denunció un "golpe económico". Seis meses antes de cumplir su mandato, tomó la posta Carlos Menem quien, Pacto de Olivos y reforma constitucional mediante, logró la reelección en 1995, con Domingo Cavallo todavía como ministro.
Cuatro años más tarde, sospechado, se le cayó la estantería. La pobreza y la desocupación alcanzaron límites alarmantes. Entonces, la unión entre radicales y frepasistas encabezada por Fernando de la Rúa y Carlos "Chacho" Álvarez, aún en medio de la incertidumbre, alimentó fugazmente la esperanza de avanzar con un proyecto en el que el peronismo no fuera hegemónico.
La Alianza resultó un fiasco. Llegaría el incendio del 2001, la treintena de muertos y la declaración del default. El "que se vayan todos" hizo que los políticos no pudiesen caminar tranquilos por la calle. El entonces senador Eduardo Duhalde fue elegido por el Congreso para pilotear un breve interregno, que se hizo más corto aún por el asesinato de los piqueteros Kosteki y Santillán.
Así, prácticamente por descarte, con el mote de "Chirolita" y previa fuga de Menem, Kirchner alcanzó la poltrona de Rivadavia el 25 de mayo de 2003. Problemas hubo y hay muchos no escasea la corrupción ni la inseguridad, pero favorecido por las condiciones internacionales, se registró un crecimiento espectacular. Y pese a todas las situaciones de iniquidad social extensas y graves hubo derrame de consumo que posibilitó el enroque, que como en el ajedrez protegió al rey y desplegó a la reina por el tablero.
El triunfo de Cristina Kirchner por el 45% de los votos, le da al actual proceso gran continuidad. Habrá que ver hasta dónde llegan los cambios. Lo que más se le reclama al gobierno es respeto institucional y diálogo, mayores inversiones y previsiones energéticas.
El matrimonio se fue a reflexionar a El Calafate. Allí, desde el jardín de la casa que tanto ama, como el magnífico Peter Sellers, Cristina analizó el resultado electoral del domingo pasado y empezó a tomar decisiones.
Un consejo sobrevoló a la pareja. El ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, alertó que debían tomar nota de lo que le pasó a su sucesora, Michelle Bachelet, quien desplazó funcionarios e incorporó a nuevos y tuvo muchas dificultades de gestión.
"Cuesta preparar a gente idónea. Al que anda bien no lo alejo de mi lado", aceptó Néstor Kirchner. Cristina ya tendría resuelto que continúen Alberto Fernández, Jorge Taiana, Miguel Peirano y Alicia Kirchner.
Alguien con un puesto clave en la Rosada anticipó a "Río Negro" que si bien se tejen especulaciones de diferentes gustos, Cristina no perderá como Bachelet tiempo en preparar nuevos equipos. "Seguirá con el gradualismo. Dará aliento a la recomposición de los partidos y a la profundización del armado de la concertación plural, junto con el radical Julio Cobos", avisó.
Subrayó que la presidenta electa no tiene dobles discursos y señaló que hay que prestar atención al plan de obras públicas por 10 años, al fomento de las exportaciones de tecnología y al desarrollo de la "marca Argentina". Adelantó igualmente que se le dará fuerza al pacto social con la CGT, empresarios e entidades intermedias.
Hay en marcha, además, una autocrítica, por el rechazo generado en grandes centros urbanos, inclinados más por Elisa Carrió y Roberto Lavagna. Este último resultó sólo favorecido en la provincia de Córdoba, por el enojo con el kirchnerismo de José Manuel de la Sota y Luis Juez.
El presidente Kirchner se consideró "plebiscitado" y sintió como una revancha personal la victoria de Daniel Peralta por el 60% en Santa Cruz, su provincia conmovida por los conflictos gremiales.
"Ganamos en 21 provincias. Está bien que perdimos en algunas ciudades, pero ¿no son centros urbanos Mendoza, Tucumán, Santa Rosa, Posadas y otros en los que ganamos?", se preguntó Cristina.
En su primer mensaje, Cristina Fernández abogó por una nueva etapa "sin odios ni rencores" y se pronunció expresamente contra el aborto. El guante amistoso fue recogido por el obispo Jorge Bergoglio. Hay gestiones para acercarlos y dar por concluido el distanciamiento que existe hoy con Néstor Kirchner. Además está semana llegará a Chimpay, Río Negro, para beatificar a Ceferino Namuncurá, el número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone.
Casos como Skanska, la valija del venezolano Wilson Antonini o la bolsa de Felisa Miceli, fueron considerados "garrones" por el gobierno. "Demostramos que no hay impunidad. Los imputados se tuvieron que ir", comentó el vocero a esta agencia. "Si Néstor es duro, Cristina lo será el doble. Ella no tolera deslealtades ni que nadie se haga el vivo", añadió.
Por otra parte, comenzará a verse el nuevo estilo internacional K. Hay intenciones de "vender" a la Argentina y proyectarla a nivel mundial. Se pueden hacer excelentes negocios, se predicará.
Claro, se viene la cumbre iberoamericana en Chile. El pleito de la papelera Botnia será pesado. La planta finlandesa postergó su funcionamiento por pedido de los reyes españoles al presidente uruguayo Tabaré Vázquez.
Pero la producción en la fábrica de Fray Bentos parece inexorable. Sólo resta saber cómo se garantiza la protección al medio ambiente, mientras se espera el veredicto de la Corte de La Haya.
¿Cómo actuará Cristina ante Bergoglio? La prédica del religioso cayó en el vacío durante el período de su esposo. El cardenal, al que K señala como un factor clave de la oposición, sermoneó no actuar con prepotencia, orgullo ni vanidad. "El que metió la pata (todos la metemos) tiene que pedir perdón", propuso.
ARNALDO PAGANETTI
arnaldopaganetti@rionegro.com.ar