Sábado 03 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 23 > Municipales
LA SEMANA EN SAN ANTONIO OESTE: El valor de los sellos

Lejos quedaron las ideas. Relegados los valores y principios. Ni hablar de dogmas o doctrinas. Cuánto ha cambiado la política. Tal vez algo de esta extraña mutación favorezca la participación ciudadana y aliente la conformación de frentes y alianzas amplias y representativas.

Pero los hechos sucedidos en esta ciudad -muchos de los cuales se replican o conectan en el orden provincial y nacional- delatan en cambio, una fuerte degradación del interés común frente a los intereses sectoriales o personales.

Para la conformación de las respectivas listas, algunos dirigentes partidarios utilizaron sus sellos para concretar alianzas a espaldas de los afiliados, subastando el respaldo formal de una determinada fuerza política legalmente constituida, a cambio de cargos y espacios. Aún sin compartir ideas, ni esbozar proyectos comunes.

A la distancia, la comunidad observa azorada este remate de rótulos que dio lugar a impugnaciones cruzadas.

Las sorpresas empezaron cuando el Frente para la Victoria, ganador contundente en la ciudad el pasado 20 de mayo, se quebró y se produjo el alejamiento del vecinalismo, cuyos dirigentes notaron que el triunfo puso a muchos candidatos en la gatera generando densos nubarrones que anticipaban la tormenta.

Que el ex interventor de Lotería, Miguel Irigoyen, y Javier Iud limaran asperezas y conformaran una fuerza en conjunto parecía ser el máximo del disparate. Pero todavía faltaba mucho más para seguir sorprendiendo.

Por ejemplo, cuando el ex funcionario de Verani, tras ser nombrado normalizador del Comité por los interventores provinciales formalizó la presentación de una alianza que impulsaba a Iud.

Allí terminó su labor en el comité y lo reemplazó el grutense Luis Sapia. Mientras, Wálter Hermida, también se alejó del Frente y se incorporó al PUL, un simple sello partidario que fue subastado para acompañar a Hermida e incluir al actual concejal Jorge López.

Sapia conformó una lista de radicales disidentes e independientes y la ofreció para apoyar a Hermida, pero este rechazó el respaldo y provocó un nuevo escándalo.

Alfredo Lassalle, por su parte, se presenta en una alianza entre el MPP y el ARI, dos fuerzas con escasa representatividad local. La segunda de ellas negoció su participación por la candidatura a primer concejal del asesor de Magdalena Odarda, Daniel López.

Ernesto Perrone recurrió al Partido de la Victoria, un sello que adquirieron en los últimos meses los municipalizadores que lidera Osvaldo Acosta. Perrone será candidato por esa fuerza pero se lamenta porque a cambio tuvo que aceptar que a presidente del CD se postule el abogado grutense que impulsa la separación.

El broche de oro de tanto dislate político lo dieron los peperreístas. Gerardo Collado aportó el sello local para acompañar a Iud que se había quedado sin el Frente para la Victoria y que solamente iba por el Justicialismo. Además había muchos dirigentes que pretendían acompañarlo pero no tenían partido formal por el cual inscribirse. Pero otros afiliados que apoyan a Lassalle salieron a cruzarlo.

El socialismo, que se anotó a último momento y los vecinalistas que sortearon conflictos internos, miran desde lejos las idas y venidas de los dirigentes de las restantes fuerzas.

Qué más podrá ocurrir de aquí al 16 de diciembre es un misterio. Solamente queda claro que las ideas ya no pesan. Que cualquier sello partidario vale más que la inserción comunitaria y los proyectos en favor de la ciudad. Y que esta lucha de intereses pone al descubierto que hay muchos más entusiasmados en adquirir una cuota del poder en juego que en pensar en soluciones para los problemas de la gente.

 

PEDRO CARAM

pcaram@rionegro.com.ar

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