Sábado 03 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 38 y 39 > Policiales y Judiciales
Anzaldo recibió 10 años de cárcel y 10 de inhabilitación. Ya está preso
La Cámara de Cipolletti lo acusó de abuso sexual agravado de una ex alumna-paciente. Consideró que se aprovechó de la confianza de la adolescente. Su defensa apelará.

CIPOLLETTI (AC).- "Se hizo justicia", repetía la menor que denunció a Carlos Anzaldo mientras se abrazaba a sus allegados. Tenía el rostro enrojecido por las lágrimas. Sonreía. Temblaba. Poco antes, la Cámara Segunda del Crimen de Cipolletti había dado a conocer su fallo: condenó al ginecólogo a la pena de 10 años de prisión y a un tiempo similar de inhabilitación para ejercer como médico y docente y ordenó su inmediata detención.

La prisión preventiva fue la gran sorpresa, a pesar de que la querella la había solicitado en su alegato. Ni las abogadas de la víctima creían íntimamente que le iban a hacer lugar a su pedido. Anzaldo volvió tras las rejas.

El ginecólogo no estuvo en la lectura de la sentencia, ni sus abogados. Oscar Pandolfi, uno de los defensores, le anticipó luego a "Río Negro" que apelarán la resolución. No quiso hablar hasta conocer los argumentos.

El presidente de la Cámara, César Gutiérrez Elcarás, fue el encargado de dar a conocer el veredicto. Leyó sólo la parte resolutiva. "Condenar a Carlos Alberto Anzaldo a la pena de diez años de prisión, con más la de inhabilitación especial para ejercer la profesión de médico y docente por igual término, por encontrarlo autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal en forma continuada, agravado por ser encargado de la educación de la víctima", expresó en el artículo primero.

Los papás de J. (la menor) rompieron en llanto mientras las querellantes Rina Barbieri y Romina Sckmunck sonreían, conformes. Más aún cuando el juez leyó el artículo segundo: "ordenar la prisión preventiva", dijo.

Era justo el pedido que habían hecho en sus alegatos, aunque pretendían la pena máxima, de 20 años de prisión. En el monto, los jueces se ajustaron al requerimiento del fiscal Ricardo Maggi, quien no se había sumado en la solicitud de reencarcelamiento del imputado sino que consideraba que se le debía subir la fianza a 150.000 pesos.

La noticia se escuchó por radio afuera del edificio (los camaristas dejaron que ingresara la prensa cambiando su postura comunicada el jueves) y en la calle, donde había referentes de varias agrupaciones, se vivió un clima de euforia.

Cuando esto ocurría en Cipolletti, en Cinco Saltos ya estaba una comisión de la Brigada de Investigaciones cipoleña esperando a Anzaldo en su casa. Luego fueron funcionarios judiciales a notificarlo y recién allí se concretó su detención, cerca de las 21. Lo llevaron a la comisaría Séptima.

"No cuento solamente con los dichos de la víctima, cuento con prueba independiente -pericial y testimonial- y con indicios suficientes para que mi convencimiento llegue a la certeza", dijo Gutiérrez Elcaraz, el primero en votar.

Sus argumentos fueron avalados por Daniel Drake y Pablo Repetto, los otros dos camaristas. El fallo fue unánime. Los jueces le creyeron a la víctima, no advirtieron "ningún signo de simulación" y destacaron "la mendacidad" del acusado.

Dieron por acreditado que el 16 de febrero de 2006 en horas de la tarde la joven -que era a su vez alumna del ginecólogo- fue al consultorio de Anzaldo.

"Engañó a la menor mencionada al decirle que tenía un embarazo fuera de lugar, diciéndole que tenía que colocarle una pastilla en la vagina que la haría menstruar. Allí, bajo el pretexto de realizar una revisación, la hizo desvestir. Logrado esto, le tapó la boca, mientras le daba besos en el cuello y en la oreja, al tiempo que le decía 'que no dijera nada porque a ella y a su familia le iba a ir mal'.

"Luego la obligó a arrodillarse, colocándole la mano fuertemente por detrás de la nuca" y la forzó a practicarle sexo oral. "Cuando aflojó su mano, logró zafarse, pero Anzaldo la tomó fuertemente de sus brazos y la colocó en posición ginecológica sobre la camilla". Allí la violó vía vaginal, "hecho éste que pudo consumar porque el prevenido se aprovechó de su mayor edad, de su condición de médico de la especialidad ginecológica y por sobre todo hizo valer su mayor ascendencia sobre la víctima por su calidad de profesor de la misma, lo que junto a las amenazas proferidas, llevó a que la menor no consintiera libremente los actos sexuales".

Los jueces calificaron como "completamente veraces" los dichos de la joven, que ahora tiene 18 años. "Surge claramente la presencia de una relación asimétrica entre la víctima y el imputado, conocida como relación de dominación, la que -dicho sea de paso-, también es paradojal porque encierra afecto y peligro al mismo tiempo", destacaron.

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