Sábado 03 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Internacionales
Una visita real tensa la relación entre España y Marruecos
Irán a Ceuta y Melilla, enclaves españoles en Africa, que reclama Rabat

MADRID (DPA) - El anuncio de la visita de los reyes Juan Carlos y Sofía a los enclaves españoles de Ceuta y Melilla ha empañado las relaciones entre España y Marruecos.

Rabat llamó ayer a consultas "por tiempo indefinido" a su embajador en Madrid, tres días antes de que los monarcas visiten por primera vez los territorios que lindan con Marruecos.

Cinco años después de la crisis de islote Perejil, el peor momento en las relaciones hispanomarroquíes desde la llegada de la democracia a España, el país magrebí había criticado en los últimos dos días la visita de los monarcas a los enclaves en el norte de África.

Pero en vista de la mejoría de las relaciones bilaterales desde la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno, en 2004, en España no se esperaba una reacción semejante de Marruecos.

El propio Zapatero, en la conversación en la que informó al líder de la oposición, Mariano Rajoy, de la visita histórica de los monarcas, le aseguró que Rabat "no iba a poner problemas", según indicaron fuentes de La Moncloa poco antes de la llamada a consultas del diplomático marroquí.

Las palabras de la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, dejaban también intuir que el gobierno socialista no esperaba que el país vecino reaccionase de forma tan enérgica: "En este marco de excelentes relaciones, el viaje de los reyes sólo puede enmarcarse dentro de la normalidad institucional, la normalidad de que los reyes visiten las dos ciudades autónomas y la normalidad de que los ceutíes y los melillenses vean satisfecha una demanda largamente esperada", dijo en rueda de prensa, un par de horas antes de que se produjera la reacción marroquí.

Se reabre así una cuestión de fricción que siempre ha estado presente en las relaciones bilaterales hispanomarroquíes, no siempre fáciles entre estos dos vecinos separados por el Estrecho de Gibraltar.

Ya en el incidente de 2004 en la isla Perejil reapareció la cuestión de Ceuta y Melilla, que entre ambas suman poco más de 32 kilómetros cuadrados y casi 143.000 habitantes.

El gobierno marroquí instó a la "movilización de todas las fuerzas vivas" de su país tras del rey Mohamed VI para "liberar" los enclaves españoles. El propio monarca alauí llegó a reivindicar el derecho legítimo al fin de la "ocupación" española.

Lo de "liberar" y "recuperar" Ceuta y Melilla es, sin embargo, pura retórica, de la que el comunicado del Ministerio de Exteriores marroquí volvió hoy a hacer gala al justificar la llamada a consultas por "la lamentable visita de su majestad el Rey Juan Carlos I, los 5 y 6 de noviembre, a las dos ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla".

Y es que Marruecos no ha ejercido nunca soberanía sobre alguna de las dos ciudades autónomas, enclaves españoles en el norte de África desde hace más de 500 años, ya que pertenecen a alguno de los reinos de la Península Ibérica desde el siglo XV.

Tampoco la ONU los considera territorios pendientes de descolonización. Pero Marruecos, desde que se independizó, insiste una y otra vez en el tema e invita a España a hablar sobre el asunto.

Los sucesivos gobiernos españoles democráticos han rechazado uno tras otro ese diálogo porque consideran que no hay tema sobre el que dialogar.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí