Sábado 03 de Noviembre de 2007 > Sociedad
Logran reparar paneles solares de la estación espacial
Fue una operación de emergencia vinculada al suministro de la energía eléctrica. En la peligrosa misión que duró más de 6 horas, participaron dos astronautas bajo el reisgo de sufrir una descarga.

El astronauta estadounidense Scott Parazynski consiguió hoy reparar dos desgarros en un panel solar de la Estación Espacial Internacional (ISS) en una riesgosa maniobra en el exterior de la nave.

Después de casi cinco horas, este médico y astronauta que se crió en Senegal, Líbano, Irán y Grecia, de 46 años, consiguió cerrar las dos partes rotas mediante la colocación de cinco eslabones de unión. También quitó unos alambres que habían provocado los desgarros al transportar los paneles a su nueva posición.

"Estamos contentos, la cosa se ve bien", señaló un experto de la estación de tierra de la agencia espacial NASA en Houston, que coordinó la misión, una de las más difíciles en la historia de la ISS, junto con el equipo del transbordador "Discovery".

Había mucho en juego en la operación de emergencia, ya que se trataba del aprovisionamiento de la estación con energía eléctrica. Si la reparación no resulta ser duradera, estaría en peligro la llegada a la ISS en diciembre del laboratorio europeo "Columbus". Ahora se llevarán a cabo varias pruebas para ver que las células solares funcionen bien.

En la misión también participó como medida de seguridad el astronauta estadounidense Doug Wheelock, y tuvo una duración de seis horas y media. Su éxito o fracaso determinará también qué día de la próxima semana regresará a la Tierra el "Discovery".

La acción de hoy era especialmente peligrosa porque el astronauta podría haber recibido una descarga eléctrica al tocar los paneles solares por los que pasa una carga de más de 100 voltios. Por ello, sus herramientas fueron completamente aisladas, al igual que las partes metálitas de su traje. Además, Parazynski llevó consigo una especie de "palo de hockey" para mantenerse lejos de los paneles en medio de la ingravidez. "Cuidado, presta atención", le repetían constantemente desde Houston.

Existía el peligro además de que los afilados bordes de las células solares dañaran sus guantes, a lo que se sumaba otro riesgo: nunca antes un astronauta se había alejado tanto de la ISS para una misión. Normalmente, los astronautas pueden regresar en una media hora, pero esta vez el retorno tardaba el doble.

El panel defectuoso estaba a unos 50 metros de la entrada de emergencia a la estación. Los trabajos fueron además una auténtica demostración de equilibrio. El brazo robot de la ISS era muy corto para alcanzar la zona del problema, por lo que tuvo que ser colocado como suplemento en la grúa del "Discovery". Parazynski se situó en la punta para realizar las reparaciones.

Fuente: DPA, LANACION.com

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