Viernes 02 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 48 > Sociedad
Murió el piloto del mayor horror

CHICAGO, EE. UU. (AFP).- El piloto que lanzó la primera bomba atómica de la historia, que devastó la ciudad japonesa de Hiroshima durante la segunda Guerra Mundial, murió ayer a los 92 años en su hogar de Ohio. Paul Warfield Tibbets Jr. piloteó el bombardero B-29 llamado Enola Gay que lanzó la bomba el 6 de agosto de 1945. La bomba causó la muerte instantánea de miles de personas y provocó la rendición de Japón.

"Si Dante se hubiera encontrado con nosotros en el avión, se habría horrorizado", contó años después Paul Tibbets. "La ciudad que vimos tan claramente bajo la luz del día estaba ahora recubierta de una horrible mancha. Todo había desaparecido bajo esa espantosa cobertura de humo y fuego", agregó.

Por entonces teniente coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, sólo tenía 30 años cuando despegó con su B-29 y los once tripulantes de una base estadounidense en

las islas Marianas. El bombardero fue bautizado como Enola Gay, el nombre de la madre de Paul Tibbets. El 6 de agosto de 1945 a las 2:45 de la mañana, el Enola Gay fue cargado con la bomba Little Boy, que fue lanzada sobre Hiroshima a las 8:15.

Los científicos lo previnieron: el avión debía volar a 9.448 metros y la bomba explotar a 600 metros de altura. Cuarenta y tres segundos después de que fuera lanzada, se produciría su deflagración. Si querían sobrevivir, debían alejarse velozmente. Y lo hicieron aunque fueron sacudidos por la onda.

En 2003, Tibbets dijo que no estaba arrepentido. "La bomba atómica fue lo que detuvo la guerra. Salí para parar definitivamente la matanza. Supe, cuando recibí la misión que iba a ser emocionante. Teníamos sentimientos, pero tuvimos que dejarlos a un lado. Sabíamos que iba a matar a muchas personas. Pero mi motivación era hacer lo mejor para terminar las matanzas".

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