Viernes 02 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 06 > Nacionales
Califican a Von Wernich de "asesino"

El tribunal que condenó al cura Christian Von Wernich a reclusión perpetua por crímenes de la última dictadura militar calificó al cura como un "torturador" y un "asesino" que se "atribuyó una misión pastoral" amparándose en su condición de sacerdote de la Iglesia Católica y que aplicó "la tortura quizás más cruel: la del alma".

Von Wernich "es un torturador y asesino que formó parte de un comprobado plan criminal y para llevar adelante su tarea utilizó los hábitos sacerdotales de la Iglesia Católica Apostólica Romana autoatribuyéndose una misión pastoral", sostuvo el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata en los fundamentos de la condena al sacerdote dados a conocer ayer.

El cura fue sentenciado el 9 de octubre a reclusión perpetua e inhabilitación de por vida al ser hallado culpable de siete homicidios, numerosos secuestros y la aplicación de torturas a detenidos ilegales. En un párrafo de las 415 carillas de la sentencia, los jueces compararon las palabras que el cura les decía a los presos de los centros clandestinos y a sus familiares como "otra forma de tortura, quizá la más cruel, la del alma".

El presidente del TOF, Carlos Rozanski, dijo que "fue un torturador calificado" que "formaba parte de la patota de torturadores itinerantes" de las cárceles irregulares, donde "se manejaba con autoridad". Von Wernich, ex capellán de la Policía Bonaerense, es el primer sacerdote condenado en Argentina por crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen militar de 1976/83.

El tribunal consideró que "tuvo pleno conocimiento del exterminio del que participó activa y entusiastamente". Y añadió que "es tan torturador el que pasa electricidad por los genitales, como el que enciende la radio para que los gritos no se escuchen, como el que llegó después de las torturas para aconsejar a los detenidos ilegales que hablen para que no sigan siendo atormentados".

"Su pertenencia activa en el aparato represivo lo vincula de manera irrefutable con su responsabilidad en la privación ilegal de las libertades. En algunos casos por haberse contactado directamente con las víctimas y por la sola circunstancia de su presencia comprobada en los siete centros clandestinos de detención, donde circulaba libremente", añadió. "Respecto a la pretendida función pastoral para justificar su presencia en estos centros donde se contactó con las víctimas secuestradas, recién torturadas y muchas de ellas luego asesinadas, no pasa de un intento de su defensa para mejorar su comprometida situación procesal", señaló el TOF platense.

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