El kirchnerismo analiza la posibilidad de dividir sus fuerzas en la Cámara Baja, con el armado de un bloque del FpV de origen peronista y otro integrado por sus aliados de la Concertación Plural.

En el contexto de la pelea por definir quién controla al gobierno a partir de nombrar representantes en la Auditoría General, los aliados no peronistas del kirchnerismo estudian el armado de un bloque que los pueda convertir en la segunda fuerza, informó un legislador electo que pidió reserva de su nombre.

La fuente estimó que sumando socialistas, radicales K y provinciales podrían conformar una bancada por la

Concertación Plural de una treintena de miembros. La misma intención tiene el radicalismo oficial y lavagnista que está abocado a sumar a radicales disidentes para ocupar el segundo lugar. En concreto, los radicales están empeñados en conservar la segunda vicepresidencia que actualmente ejercen en la Cámara y mantener su representación parlamentaria en la estratégica Auditoría General.