Viernes 02 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
Sorpresa para la papelera

La falta de la última autorización de parte del gobierno uruguayo para que pueda ponerse en funcionamiento la planta de Botnia tomó por "sorpresa" a la empresa, confió ayer a "Río Negro" una alta fuente de la firma finlandesa. El portavoz explicó que la postergación en la entrega de la autorización final responde a un "proceso diplomático" requerido por el presidente uruguayo Tabaré Vázquez "a solicitud del gobierno español".

En la víspera el gerente general de Botnia en Uruguay, Ronald Beare, señaló que "todos los análisis técnicos sobre los 31 ítems requeridos por la DINAMA (Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay) fueron cumplidos satisfactoriamente, y la planta ya está técnicamente apta para operar".

La situación se puede sintetizar así: Ayer al mediodía se concretó la habilitación técnica, pero resta aún la autorización política.En cuanto a la presencia en Fray Bentos del presidente de Botnia, Erkkis Varis, un interlocutor de la empresa aseguró que tuvo por única finalidad asistir a una reunión de directorio y no a un eventual lanzamiento de la pastera.

La misma fuente dijo que nunca se habló de una inauguración formal, ni de un eventual lanzamiento; y que aún cumplido el último paso habría algunos días para ajustes finales. También aludió a la situación de tensión generada en Gualeguaychú: "Uno puede hablar con un ambientalista, como la Fundación Vida Silvestre para explicar las cuestiones técnicas, pero no con un asambleísta que rechaza cualquier tipo de planta sin escuchar razones". Transmitiendo el mensaje de Ronald Beare destacó que el deber de la compañía es cumplir con todos los parámetros medio ambientales exigidos por la comunidad europea y el ordenamiento de Uruguay. "Es una planta modelo en el mundo en fabricación de papel de celulosa, con una inversión de 200 millones destinados exclusivamente al tratamiento de efluentes".

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