Guitarrista, compositor y arreglador, Carlos Moscardini, se presentará mañana a las 22, en la sala II de la Casa de la Cultura de General Roca, con el auspicio de la Dirección de Artes de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación , y el domingo, a las 21, en Arpillera, Alderete 511, de Neuquén

Moscardini trabajó junto a prestigiosos artistas de la música popular argentina, en grabaciones y presentaciones en teatros, festivales, radio y tele. En 1990, ganó el Primer Certamen de Nueva Música Popular de la Provincia de Buenos Aires como "Solista de Guitarra". Grabó "El corazón manda" y en 2005, fue becado por el Fondo Nacional de las Artes para registrar su obra "Buenos Aires de raíz", cosa que hizo ese mismo año.

Moscardini se desempeña actualmente como docente en los conservatorios Gilardo Gilardi de La Plata y Manuel de Falla, de Buenos Aires, donde fundó la carrera de tango y folklore. Es un referente de la nueva música para guitarra, y su obra está incluida en programas de estudio en conservatorios de Argentina y Europa e interpretada por prestigiosos guitarristas del mundo.

"La composición es una necesidad en mí. Parte de algo incontrolable, que no se puede manejar. Soy un convencido de que no es una decisión personal; no resulta de decir, voy a componer. Es una exigencia interna que no tiene mucha explicación. Es un enigma para mí. Y a partir de esa demanda, empieza a tallar la historia personal de cada uno, qué cosas, qué ideas surgen, sobre la base de qué estéticas. Desde ellas, resultan los ritmos, la realidad musical que me toca", dice.

Carlos tocó en escenarios de Argentina, Chile, Brasil, Venezuela, Canadá, España, Francia, Italia, Noruega, Suecia, Bélgica, Dinamarca, Suiza, Alemania, Inglaterra y Japón; y realizó trabajos de composición, arreglos y dirección musical para el Teatro General San Martín. Dictó seminarios y clases magistrales en Noruega; en Dinamarca; en Bélgica; en París, en Alemania, e incontables instituciones argentinas.

Influencias

"Yo pasé por distintas etapas. Cuando empecé muy jovencito -doce, trece años- a tocar con grupos, había mucha influencia del rock y lo abordaba también. Entonces, la necesidad en aquella época se reflejaba en cuestiones más relacionadas con elementos roqueros. Después, pasé a tener más vínculo con la música argentina que escuchaba de chico en mi casa. Y se empezaron a fusionar las cosas. Luego tuve mi paso por el conservatorio (Provincial Julián Aguirre de Banfield; estudió además armonía con

Juan Carlos Cirigliano y guitarra con James Tobías y Kelo Palacios) donde tocaba obras de distintos autores clásicos, por llamarlos así, que se vieron reflejados en las composiciones de aquel tiempo. Las cosas van mutando de acuerdo al perfil de cada uno, a lo largo de la historia. Pero, el germen básico es la necesidad de expresión", dice Moscardini.

"El tema es que esos ingredientes no aparecen en forma de mezcla, sino ya diluidos, fusionados y convertidos en otra cosa. Para que se entienda mejor, es como cuando se combinan dos elementos químicos; la resultante es algo nuevo. El caso del agua... Un ejemplo que usa (Raúl) Scalabrini Ortiz para definir al hombre de Corrientes y Esmeralda. El agua está formada por una molécula de oxígeno y dos de hidrógeno, sin embargo, ambos no se ven en la combinación. Las fusiones, si están logradas, tienen que ser así. Cuando se detecta un componente en forma explícita, algo falta o no está bien definido. De todos modos, en mis temas se notan ciertas tendencias. Ya me lo han dicho... Provenientes de un espíritu más roquero o jazzístico, pero el asunto es que esté fusionado con los elementos esenciales que se combinan. Ese es el desafío."

- ¿Desafío, también, es interpretar tus propias obras, reinterpretarte cada vez que las tocás?

-A medida que voy teniendo experiencias de expresar mis propias composiciones, eso se va renovando. Yo voy cambiando y la obra también se va definiendo. No es estática. No es la misma que toqué cuando grabé mi primero disco, hoy no la toco del mismo modo. Todo se relaciona con una madurez artística. En el momento de grabar estas obras, tuvieron un efecto y produjeron -por lo que pude palpar- una especie de novedad para muchos guitarristas; pero hoy mismo las escucho y siento que poseen una cuota de ingenuidad, tal vez de inmadurez."

- ¿En la región te presentás solo?

-Sí. Es un concierto de guitarra, exclusivamente. Y tiene que ver con el rescate del solista de guitarra que en Argentina está un tanto dejado de lado. En los medios es muy raro que veas la transmisión de algún recital de este instrumento. Sin embargo, es increíble la cantidad de buenos guitarristas que tenemos. Así que yo llevo un concierto de guitarra solista, donde interpretaré mis obras y además, algunos arreglos de música popular argentina."

La cita es para mañana en General Roca, y para el domingo, en Neuquén. Será tiempo de encuentro con el candombe-milonga "A los tilingos", chacareras truncas y dobles, la milonga sureña, algún vals criollo o su tango "Temperley", homenaje a la ciudad que vio nacer a Carlos Moscardini.

EDUARDO ROUILLET