Miércoles 31 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 39 > Sociedad
Misterioso hallazgo de un cráneo en San Martín
Lo encontraron obreros en una intrincada zona de faldeos

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Un macabro y extraño hallazgo se produjo en una poblada urbanización de faldeos de esta ciudad, cuando obreros trabajaban en una excavación. Apareció un cráneo humano a más de 1,60 metros de profundidad, aunque de momento sin ninguna otra pieza que facilite la identificación o la determinación de su origen. Sólo se halló en las cercanías un trozo de asa de vasija cerámica, cuya procedencia también será investigada. Lo que sí parece claro es que el enterramiento data de largo tiempo, por las condiciones de la calavera.

El episodio se produjo al caer la tarde del lunes pero recién trascendió ayer, cuando la Policía y funcionarios judiciales se constituyeron en el lugar junto con peritos, para realizar las primeras evaluaciones antes de trasladar la pieza ósea al gabinete de Medicina Forense, en la capital provincial. Sin embargo, no se descarta que el misterioso caso obligue a realizar consultas interdisciplinarias, con otros profesionales y científicos, como antropólogos y/o antropólogos forenses.

Como se apuntó, el hallazgo se produjo en la barriada de faldeos del cerro Curruhuinca, a la altura de la calle Belgrano. Donde comienza esa arteria que atraviesa el casco histórico de norte a sur, y sobre el talud mismo de la boscosa montaña, surge una escalera de cemento y piedras que copia la complejidad del terreno, para acceder a un ramillete de viviendas, en general de humilde condición.

Unas decenas de metros por encima de la explanada y junto a otra casa, hay una platea de cemento alguna vez construida para albergar una vivienda que no llegó a levantarse.

En ese sitio se encontraban trabajando obreros afectados al Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba), financiado por el Banco Mundial y el gobierno nacional y con el fin de dotar de infraestructura a la barriada. En este caso, trabajaban con vista a la construcción de muros de contención para eventuales deslaves o caída de piedras,

Los trabajadores estaban realizando una excavación que alcanzaba en parte aquella vieja platea, cuando a 1,60 metros de profundidad, aproximadamente, uno de ellos topó con un elemento que le resultó extraño pero a la vez familiar por su forma. Lo que veía era parte de una bóveda craneana. Y, en efecto, los obreros confirmaron con sorpresa que se trataba de un cráneo.

A partir de allí, la tarea comenzó con particular cuidado y supervisión, en procura de dar con otros restos o evidencias. Sólo hallaron el asa de lo que sería una vasija de cerámica. La ausencia de otros huesos o elementos intriga a los investigadores. En efecto, hasta el cierre de este despacho no había más piezas óseas, ni restos de prendas u otros enseres, que pudieran sugerir con más consistencia algún tipo de enterramiento ritual o, incluso, la existencia de todo un cementerio aborigen.

Sin embargo, conviene recordar que esos faldeos forman parte de una vasta zona dominada por los indígenas.

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