Miércoles 31 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 36 y 37 > Sociedad
"Síndrome X": riesgos cardiovasculares
De acuerdo con un estudio realizado en el 2004, en nuestro país la tasa de mortalidad por enfermedades circulatorias fue del 30,9%. En Río Negro, durante el año 2006 alcanzó 35,2%.

Una afección mundana actual de carácter social está causando estragos en forma lenta y silenciosa. Como si fuera un juego electrónico de "pac-man", aunque sin el sonido gutural de fondo que exteriorizan los íconos digitales -casi relamiéndose en forma lasciva- al momento de deglutir una figura.

Lo determinó una investigación encarada por la Asociación de Laboratorios de Alta Complejidad (ALAC), en referencia a lo que se denomina "síndrome metabólico o enfermedad X". Un sinónimo del aumento en riesgos cardiovasculares.

Los parámetros clínicos prospectivos indican que el síndrome eleva dos veces el riesgo relativo para accidentes cardiovasculares y cinco veces el riesgo para diabetes.

En el 34,1% de los varones y el 26,6 de las mujeres -en edad laboral entre 40 a 65 años- existe alta incidencia, según se desprende de una muestra nacional realizada sobre 2.806 personas (1.603 varones y 1.203 mujeres).

La enfermedad X está asociada con un riesgo incrementado para la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad cardiovascular. Incluye un conjunto de anormalidades metabólicas que no conviven simultáneamente. A veces van de la mano la intolerancia a la glucosa, la resistencia a la insulina, obesidad central o la hipertensión arterial.

Las evidencias arrojaron una escalofriante realidad. El bajo nivel educacional se observó más en las mujeres que en los hombres consultados. En el sexo femenino, el riesgo estuvo presente en 35,8% con educación menor que la secundaria versus 20,9% con nivel de educación secundario o mayor. En cambio, en los varones estaba presente en 35,8% con educación menor que la secundaria versus 30,9% con alto nivel secundario o mayor.

Los estudios -coordinados por el bioquímico viedmense Raúl Coniglio- vieron la luz debido a que los laboratorios de ALAC están distribuidos como si fueran una gran telaraña en el país.

Las descripciones de cada análisis clínico permiten alertar a los diferentes sectores vinculados con el cuidado de la salud a incorporar nuevas pautas culturales, que sean modificables por medio de políticas educativas ponderándose el nivel social-económico de la población.

Las conclusiones resaltan como útil alertar sobre el cuidado de la salud. Su objetivo tiene una fuerte ligazón en cómo se vive hoy, casi frenéticamente. Para la evaluación de los componentes económico y cultural de cada persona involucrada en los análisis, se utilizó la versatilidad en que está sumergida la ocupación, más los niveles de ingreso y educación formal. La jerarquía educativa formal se constituyó en una variable fácil de determinar en virtud de que los encuestados respondieron con absoluta sinceridad.

 

Harinas adictivas y traidoras al fin

 

La pregunta que queda flotando y Coniglio tiene su propia interpretación, es si estamos ante una nueva enfermedad de carácter social. De acuerdo a la óptica del profesional conviven el bajo nivel de recursos, el alto consumo de harinas. Además advierte "en los sectores de más bajos recursos, la mujer se vuelve sedentaria; en cambio el varón del mismo nivel sale a trabajar y tiene más posibilidades de comer grasas y proteínas".

Apunta que los estudios internacionales de 50 años atrás determinaban que el infarto era una particularidad de la clase pudiente. Ahora, se invirtió.

 

ENRIQUE CAMINO

ecamino@rionegro.com.ar

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí