Miércoles 31 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 34 y 35 > Sociedad
RECOMENDADOS: Kodak EasyShare Z710

Una vez más, Kodak se adentra en el mundo de las cámaras con superzoom, y nos ofrece un modelo muy compacto, pero de gran alcance. La cámara que probamos en esta ocasión está dirigida a un público muy particular. Un target de personas cuyo interés por la fotografía no es suficiente para llegar a cámaras profesionales o semiprofesionales, pero que suelen requerir una característica típica de estas cámaras: un lente de largo alcance.

Este tipo de cámaras son ideales, por ejemplo, para fotografiar paisajes, naturaleza o animales. Pero tienen la fundamental ventaja de ser muy pequeñas, livianas y totalmente automáticas. En esta categoría de cámaras probamos hoy el exponente más reciente de Kodak, la Z710.

 

Increíble comodidad

 

Es sorprendente en esta cámara lo cómodo que resulta su uso. El diseño de la cubierta, la rueda de control, el switch de zoom y la perfecta ubicación de los botones de acceso son algunas de las características que mejoran el manejo de la cámara increíblemente. Es posible controlarla con sólo una mano, aunque esto no es muy recomendable, por motivos que veremos más adelante.

La pantalla posterior es un poco pequeña, comparada con el tamaño de la cámara y con los estándares actuales, y además tiene problemas al exponerse a la luz del sol. La solución de Kodak es un viewfinder LCD que, al menos para nosotros, resultó bastante incómodo y pequeño. Otro aspecto que puede jugarle en contra a esta cámara es el material utilizado en su construcción. A pesar de su aspecto robusto, en realidad está recubierta de un plástico delgado, que le da una terminación pobre y una aparente fragilidad ante golpes o caídas.

Kodak tuvo algunos problemas al inicio de la era digital, pero enseguida supo acomodarse en un nicho de mercado interesante. Todas sus cámaras se destacaron siempre por la sorprendente velocidad para realizar capturas (tanto en boot time como en delay time y recycle time), característica que se encargaron de promocionar con los famosos avisos sobre "los momentos Kodak". Pero por primera vez desde que evaluamos cámaras digitales, encontramos una Kodak que funciona con demasiada lentitud.

La Z710 tiene tiempos de encendido y de reciclado muy extensos, y totalmente injustificados (es decir, no hay posprocesamiento de imágenes o características adicionales que puedan prolongar estos tiempos). La calidad de las fotos es, por lo general, muy buena, pero existe otro pequeño punto flojo en este caso, y es la falta de un estabilizador de imagen. Con un poderoso zoom de 10X, no incluir una utilidad de este tipo es una verdadera picardía.

 

Conclusión

 

Kodak nos presentó una cámara que promete mucho y, sobre todo, por un precio más que conveniente: 452 dólares. Lamentablemente, la reducción de costos juega muy en contra de la Z710, ya que, si bien nos ofrece un excelente lente y un sensor muy eficaz, la falta de estabilizador de imagen y los tiempos de espera prolongados restan valor a estas virtudes.

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