Miércoles 31 de Octubre de 2007 Edicion impresa pag. 13 > Politicas
El futuro del FpV: de un lado nítido, del otro...
Pichetto y Soria, con metas claras dentro del PJ. Weretilneck no estuvo en el acto del Frente Grande.

El triunfo del domingo sirvió para recuperar tejidos dañados en mayo, pero nada hace prever que altere el esquema de liderazgos previo a las urnas dentro del peronismo rionegrino.

Miguel Pichetto logró reposicionarse después de vencer a Pablo Verani, pero desde antes de las elecciones repite que la oportunidad de ser gobernador se da una sola vez en la carrera de un político de su estilo.

Desde esa perspectiva, ahora se prepara para consolidar su proyección nacional, casi con la certeza de que seguirá comandando el bloque de senadores oficialistas, siempre cerca de Cristina Fernández de Kirchner.

Pichetto avaló públicamente y en privado la decisión de Carlos Soria de buscar revancha en el 2011 para llegar a la gobernación.

Y el intendente de Roca dará mañana otro paso en esa dirección, cuando sea anfitrión de los jefes comunales opositores de la provincia para definir la estrategia que llevarán a cabo en la relación con el Ejecutivo provincial.

Seguramente será la voz principal que transmita públicamente las conclusiones, donde no faltarán advertencias hacia Miguel Saiz y su gabinete por incumplimientos relacionados con la coparticipación y obras de infraestructura.

Ahora bien, ¿pueden transitar Soria y Pichetto por caminos independientes, uno mirando a Buenos Aires y otro al interior de Río Negro?

Ambos saben que no, aunque difieren en el análisis sobre los métodos para construir poder en toda la provincia.

Soria admite debilidades propias en Bariloche, pero ratifica ante los suyos que no necesita al sindicalismo peronista con el que Pichetto aceptó acordar antes de mayo.

Y profundizando su concepto, sostiene que en realidad necesita más a Pichetto que a muchas estructuras antiguas y orgánicas del partido en la provincia.

Cuando habla en esos términos, el jefe comunal roquense reconoce en el senador a "la llave maestra" que en Buenos Aires abre puertas que a cualquier intendente le costaría semanas de gestiones.

Lo que tampoco puede perderse de vista en el análisis sobre la oposición es el presente del Frente Grande.

A los socios del PJ cada vez les cuesta más explicar los reiterados distanciamientos del intendente de Cipolletti, Alberto Weretilneck, con el diputado Julio Arriaga.

Por caso, en la conferencia de prensa que brindaron el lunes en un céntrico hotel de esta ciudad estuvieron Arriaga, Fabián Gatti y Beatriz Manso, el presidente del partido, Luis Bardeggia y las legisladoras nacionales electas, Lorena Rossi y María José Bongiorno. Pero faltó el jefe comunal, a quien justificaron porque "la conferencia se decidió a última hora y él ya tenía compromisos previos imposibles de posponer". Sin embargo, no es la primera vez que se excusa en manifestaciones públicas del partido y abre la puerta a múltiples especulaciones.

Con ese marco, el más envalentonado fue Arriaga, que aseguró que el resultado electoral del domingo consolida al FpV y que "esto no termina acá. Tenemos la esperanza de llegar al gobierno de la provincia porque pensamos que lo podemos hacer mucho mejor que el actual", dijo.

De esta manera pareció sacarse las ganas de retrucar a tantas críticas recibidas en la elección del 20 de mayo que, cuando perdieron en la provincia y en la ciudad. "Las elecciones las ganamos, esta es la primera definición que quiero dar", aseguró exultante Arriaga y siguió. "A pesar de la derrota anterior, el frente no se rompió, se mantuvo unido y sólido", sostuvo. No aclaró que a nivel local Weretilneck decidió presentarse solo por el Frente Grande.

(Redacción Central / AC)

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